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© DesconocidoLa protesta se extendió en varias ciudades de Italia
Italia estuvo prácticamente paralizada ayer en respuesta a la convocatoria de huelga realizada por CGIL, el principal sindicato del país, en protesta contra las medidas de austeridad anunciadas por el gobierno de Silvio Berlusconi.

El Ejecutivo se sacó de la manga una aumento del IVA en un punto porcentual, con lo que pasará del 20% al 21%. La huelga de ocho horas obligó a anular unos 200 vuelos en los aeropuertos de Roma y Milán y 36 en el de Nápoles.

Algunas aerolíneas consultadas, como Iberia o Air Europa, ofrecen a los viajeros afectados la posibilidad de recuperar el dinero de sus pasajes, cambiar la fecha de las rutas o viajar en otros aviones cuando sea posible.

Un 50% de los trenes fue suprimido. Según CGIL, el nivel de adhesión a la huelga en el sector de los transportes fue del 70%. Varios lugares turísticos, como el Coliseo, permanecieron cerrados. Militantes del CGIL lograron desplegar una banderola en el Coliseo: "Protegen a los ricos, liquidan a Italia. Parémosles".

La movilización, además, llega en pleno recrudecimiento de la presión contra la deuda italiana, que había logrado recuperarse en las últimas semanas gracias a la intervención del BCE.Según han explicado desde el sindicato, la idea es protestar no sólo contra el último plan de ajuste de 45,500 millones de euros aprobado por el gobierno el pasado 12 de agosto, sino también por el otro plan de austeridad ratificado por el Parlamento el 15 de julio.

El sindicato denuncia que con sus dos planes, Berlusconi ha "impuesto más tasas a los trabajadores y a los jubilados, ha recortado los servicios y la sanidad, sin garantizar el equilibrio de las cuentas públicas, ni favorecer el crecimiento y la ocupación".Varias de las medidas más criticadas por los sindicatos han sido eliminadas del texto sometido a votación, aunque estas rectificciones no han conseguido calmar a la opinión pública, que considera que el grueso del ajuste se vuelve a cargar sobre los ciudadanos corrientes.

También los hospitales

La huelga afecta también a los hospitales y a correos. La dirección del grupo automovilístico Fiat indicó que el nivel de adhesión a la huelga en sus fábricas fue de 15%, después de haber dicho que había llegado al 25%. En Roma, los manifestantes desfilaron entre la estación central de Termini y el Coliseo en una ambiente jovial, con silbatos y música. "Es un plan que este país no merece (...) Estamos al borde del abismo, necesitamos un gobierno responsable", declaró la secretaria general del CGIL, Susanna Camusso. El ajuste "no es creíble porque es injusto. Si hacemos pagar a los que no tienen dinero y no a los que lo tienen, no somos creíbles en Europa", declaró a la AFP el secretario del Partido Demócrata (PD, principal fuerza de la oposición), Pierluigi Bersani. Una pancarta del CGIL pedía "Más crecimiento, más empleo, más desarrollo".

Las manifestaciones congregaron a unas 10.000 personas en Florencia (centro) y a unas 15.000 en Génova. En Milán, la marcha se vio perturbada por lanzadores de huevos y fumigadores. Las protestas denuncian el plan de austeridad del Gobierno conservador de Silvio Berlusconi, que el Senado empezó a debatir este martes, para lograr el equilibrio fiscal en 2013 en vez del 2014. Un plan que el Gobierno retocó este mismo martes, proponiendo aumentar el IVA (Impuesto al Valor Añadido) en un punto porcentual, a 21%, y volviendo a proponer un impuesto a los ricos, aunque en versión más "light" que la que había abandonado la semana pasada a instancias de Berlusconi, tercera fortuna del país. Ese impuesto será de 3% y sólo afectará a las personas que ganen más de 500.000 euros por año. Según datos citados por el ministro de Finanzas, Giulio Tremonti, sólo 3.461 personas entran en esa categoría.

La versión desechada creaba un gravamen de 5% para los ingresos de 90.000 a 150.000 euros y de 10% para quienes ganasen más que esa suma. El plan prevé además subir a partir de 2014, y no de 2016 como estaba previsto inicialmente, la edad mínima de la jubilación de las trabajadoras del sector privado, que pasará de 60 a 65 años, igualándola a la de los hombres. El Gobierno convocó un consejo de ministros para este mismo martes para autorizar un voto de confianza en el Parlamento, que le permita acelerar la adopción del nuevo plan, prevista para mediados de septiembre. También comunicó su intención de adoptar el principio del equilibrio presupuestario o regla de oro para hacer frente a la crisis de confianza de los mercados. Pero todas esas medidas no bastaron para calmar el recelo de los inversores, dado que la Bolsa de Milán cerró el martes con una caída de 1,98%, después de haber perdido 4,83% el lunes.

En España, una marea de banderines rojos de organizaciones sindicales invadió el el centro de Madrid, donde miles gritaron su oposición a una reforma constitucional que busca inscribir la estabilidad presupuestaria en la Carta Magna española.

"La reforma de la Constitución es el paso previo para un mayor número de recortes", dijo Ricardo, un profesor de 34 años, mientras a su alrededor los manifestantes ondeaban las siglas de las dos grandes centrales sindicales. A su alrededor, los concentrados exhibían pancartas pidiendo democracia y en las que se podían leer lemas como "Mi Constitución la voto yo", "Exijo votar el cambio constitucional" o "Constitucionalizar la pobreza, ¡NO!". "Cuando uno está dispuesto a incluir en la Constitución la reducción del gasto público, eso ya indica algo, vamos hacia un modelo basado casi exclusivamente en el sector privado", considera Ricardo. Convocados por los dos principales sindicatos españoles CCOO y UGT, los manifestantes, 25.000 según los organizadores -las autoridades no quisieron dar cifras de participación-, desfilaron desde la céntrica plaza de Cibeles hasta la Puerta del Sol, encabezados por los líderes sindicales y una pancarta en la que se podía leer: "No a esta reforma de la Constitución. Referéndum ya". "Estamos condenado el futuro de las próximas generaciones", lamenta Guillermo Lago, de 57 años, empleado del Banco de España y afiliado a CCOO, recordando que la contención del déficit impuesta por la reforma se aplicará a partir de 2020. "La crisis es grave y hay que solucionarla pero la solución pasa porque la gente que tenemos más paguemos más" agrega, mientras en algún punto del cortejo suena por megafonía la Internacional.

Los manifestantes temen que la reforma de la Constitución, que busca introducir la limitación del déficit, suponga recortes en los servicios sociales. El cambio, pactado entre el PSOE (socialista, en el gobierno) y el PP (conservador, oposición), irá acompañado de una ley orgánica, adoptada de aquí a junio de 2012, que fijará la cifra máxima permitida de endeudamiento, la cual, según el proyecto actual situaría en el 0,4% del Producto Interior Bruto (PIB) a partir de 2020. "No creo que esto (la manifestación) sea suficiente para que PSOE y PP cambien de posición, pero al menos es un gesto de rechazo dentro de una protesta que tendrá que ser continuada", dice Teresa Aranguren, de 66 años. Los manifestantes llegaron hasta la célebre Puerta del Sol, que se ha convertido en el epicentro de las protestas en la capital española desde que el movimiento de los "indignados" la ocupó con acampadas en mayo. Allí los representantes de las asambleas populares del movimiento ciudadano del 15-M se sumaron con gran estruendo a los sindicatos, coreando consignas como "Es hora de luchar, no es hora de pactar". En la Puerta de Sol leyeron los sindicatos un manifiesto en el que fustigaron el proyecto de limitar el déficit público al 0,4% del PIB cuando las reglas de la Eurozona aceptan hasta un 3% y achacaron el elevado déficit de España (9,2% del PIB en 2010) a la crisis desatada por el mundo de las finanzas. El Senado español tiene previsto dar luz verde el miércoles a la reforma Constitucional, después que el Congreso de los Diputados la aprobara el pasado jueves.