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© EFE/Boris Roessler
Bangladesh, Etiopía, Nepal y algunos de los países más pobres del mundo pusieron el ejemplo en el último año entre los estados miembros de la ONU que comenzaron a alcanzar sus objetivos del compromiso global de canalizar la cantidad sin precedente de 40.000 millones de dólares a la atención médica materna e infantil, según un estudio.

El informe sobre los gastos fue difundido el martes durante un acto encabezado por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien ha convertido en uno de sus proyectos favoritos la recaudación de recursos económicos que se destinarán a la salud de las madres y sus hijos.

"En términos generales, fueron alcanzados los compromisos contraídos", dijo el mexicano Julio Frenk, presidente de la Asociación para la Salud Materna, del Recién Nacido y de los Niños, perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Frenk, además decano de la Escuela de Salud Pública de Harvard y ex secretario de salud de México, dijo que se sentía especialmente complacido de atestiguar que algunas de las naciones más pobres han asumido más responsabilidad financiera para atender las necesidades de su desarrollo.

Estas naciones "han emprendido la emigración de sistemas paternalistas a sistemas de responsabilidad compartida", dijo Frenk. "Es sobresaliente el liderazgo que han exhibido los países con los ingresos más bajos en su compromisos para mejorar la salud de las mujeres y los niños", agregó.

Según Frenk, la iniciativa de Naciones Unidas "Every Woman Every Child" (Todas las Mujeres, Todos los Niños) captó compromisos de financiamiento por casi 45.000 millones de dólares, que superaron la cantidad inicial de 40.000 millones de dólares de hace un año.

De esa cantidad, casi 11.000 millones de dólares correspondieron a aportaciones de los países pobres y 13.700 millones a los gobiernos de altos ingresos, como Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Noruega.

"Estoy encantada del progreso logrado desde el año pasado", dijo la pediatra doctora Flavia Bustreo, subdirectora general para la salud familiar, femenina e infantil de la OMS. Agregó que los compromisos han incluido no sólo dinero, sino cambios en las políticas y en la entrega de los servicios.

Bustreo afirmó que es necesario aumentar las campañas contra las infecciones severas en los recién nacidos y aumentar las visitas posnatales que hacen al médico las madres y sus bebés.