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La policía de Nueva York obligó a transportar detenidos en transporte público.

Los miles de personas que en varias ciudades se han unido a las protestas en contra del sistema económico que rige en Estados Unidos, coinciden que los visto en los últimos días es sólo el principio de las acciones que pretenden ejecutar para hacer un llamado a frenar la avaricia de los más ricos que afectan al "99 por ciento" restante de la población.

Este lunes, una particular protesta recibió a los operadores y agentes de cambio de Wall Street, el centro financiero más importante del país, ubicado en Nueva York (este), y quizás el más grande del mundo.

Disfrazados de "zombies" (muertos vivientes), con sangre en su vestimenta y con billetes en la boca, los manifestantes dieron un mensaje a los especuladores cerca del Ayuntamiento.

El movimiento cuenta con cada vez más adeptos y uno de los últimos grupos en sumarse fue hoy el poderoso sindicato de transportistas TWU, que presentó una demanda contra la Policía y a la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey por obligar a sus conductores a transportar a los detenidos en vehículos de transporte público.

Los más de 700 arrestos del sábado en el Puente de Brooklyn también provocaron la ira de varios simpatizantes de "Occupy Wall Street" contra el alcalde de la Gran Manzana, Michael Bloomberg.

"Fue un imbécil por criticarnos diciendo que nuestro objetivo eran ir a por los millonarios como él", explicó Joan Pleune, una jubilada de 72 años que respalda la movilización callejera contra la "avaricia" del sistema financiero.

Bloomberg declaró la semana pasada que "ya vería" si se les permitía a los manifestantes quedarse atrincherados durante meses en la plaza Liberty, pese a tener autorización del dueño del parque privado.

Las protestas también se repitieron en otras ciudades de Estados Unidos como Los Ángeles, donde los activistas acamparon delante del salón de juntas municipal, o Chicago, donde se concentraron en la sede del Banco de la Reserva Federal.