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© DesconocidoEsta crisis no es nuestra y nosotros no la pagamos.
Los estudiantes italianos llevan a cabo hoy una huelga general y manifestaciones en noventa ciudades del país para protestar contra los nuevos recortes incluidos en el plan de ajuste del Gobierno de Silvio Berlusconi.

Los estudiantes vuelven así a salir a la calle para protestar contra la política escolar del Gobierno después de las protestas del pasado curso y que en varias ocasiones terminaron con graves altercados como los que se vivieron en Roma el pasado diciembre.

El mundo de la educación protesta contra un plan de ajuste que ha recortado la renovación de los contratos precarios y ha suspendido la contratación de nuevos profesores, lo que ha provocado varios casos en toda Italia de aulas masificadas.

Los sindicatos de los trabajadores de la Educación también protestan contra los recortes en la investigación o en las becas de estudio, cuyos fondos -aseguran- se han reducido cerca del 90 %.

La jornada de protestas comenzó cuando varias decenas de estudiantes se concentraron frente a Palazzo Chigi, sede del Gobierno, con varios despertadores para "que despierte, pues esta generación no quiere que se pierda más tiempo", según explicaron en una nota la asociación de estudiantes "Rete degli Studenti",

Durante la mañana, decenas de miles de estudiantes marchan por las calles de las principales ciudades de Italia, entre ellas Milán, Roma, Trieste, Cagliari, Bolonia Turín y Palermo, bajo el lema: "Esta crisis no es nuestra y nosotros no la pagamos".

"Se han recortado los programas. No quieren que nuestros chicos estudien. Dicen que faltan fondos mientras el dinero para las misiones militares o para la casta (política) no se toca", explicaba un profesor en la manifestación de Roma.

En Milán, durante la marcha se vivieron momentos de tensión cuando algunos estudiantes lanzaron huevos y globos con pintura a las sedes de algunos bancos, mientras que otros intentaron entrar en la sede italiana de la agencia de calificación de riesgos Moody's.

Tanto en Roma como Milán las marchas se desarrollan ante una fuerte presencia policial después de los altercados del año pasado.