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Un hombre de Austin pasó 25 años en prisión por un crimen que no cometió.
Michael Morton, de 57 años, salió en libertad el martes, un día después que fiscales de una corte en Georgetown, al norte de Austin, Texas, concluyeran que nuevas pruebas de ADN mostraron que otro hombre fue quien mató a golpes a su esposa Christine en 1986.

Las nuevas pruebas de ADN indicaron que otro hombre, un delincuente con cargos en su contra en cuatro estados, mató a Christine Morton en su casa en el condado de Williamson, al noroeste de Austin, reportó el Austin American Statesman.

El mismo hombre es el sospechoso de haber asesinado a Debra Jan Baker, quien en 1988 también murió a golpes en su cama como Christine, agregó el Statesman.

Fiscal se había opuesto a realizar pruebas de ADN

Este caso podría colocar en tela de juicio la labor controversial del fiscal del condado de Williamson, John Bradley, quien se opuso rotundamente a practicarle pruebas de ADN a Morton en los últimos años.

Ana Yáñez Correa directora de la Coalición de Justicia Criminal en texas, sostuvo que el caso de Morton es otro ejemplo de la ineficacia del sistema de justicia de Texas plagado de errores que han causado la ejecución de inocentes.

Morton es una de 274 convictos en Estados Unidos exonerados por pruebas de ADN hechas luego de sus sentencias.

Bradley admitió que "sin las maravillas de la ciencia este caso no se hubiese esclarecido".

La primera vez que un convicto fue exonerado por pruebas de ADN fue en 1989.