Los manifestantes "anti-Wall Street", que hoy inician su cuarta semana de ocupación de una plaza en el corazón del distrito financiero de Nueva York, anunciaron que buscarán ampliar los sitios de protesta en la Gran Manzana más allá de los alrededores de la principal bolsa del mundo.

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© APEl parque Zucotti, en Manhattan, tomado por los manifestantes
Después de haber sumado el apoyo de varios sindicatos y de haber protagonizado una masiva marcha el miércoles pasado, los "indignados" de Wall Street dieron el fin de semana una muestra de su intención de subir la apuesta: se trasladaron anteayer al parque Washington Square, el sitio tradicional de las protestas contra Vietnam en los 60 y en los 70, desde el parque Zuccotti en Manhattan, su base extraoficial y donde algunos acampan desde hace 22 días.

Lucas Vasquez, un estudiante que lideraba la marcha, dijo que los "indignados" neoyorquinos estaban buscando expandir sus protestas a Washington Square y a Battery Park, pero insistió en que el movimiento "no dejará de lado la plaza Libertad", como los manifestantes llaman al parque Zucotti.

"Tenemos un montón de gente", dijo Vasquez, en alusión a que el movimiento, en 22 días de existencia, pasó de una protesta inicial de un puñado de militantes en el centro de Manhattan a marchas de manifestantes de todas las edades a lo largo del país. Según el sitio Ocupemos Juntos ( www.occupytogether.org ), que se presenta como un sitio "informal" del movimiento madre Occupy Wall Street (Ocupemos Wall Street), ayer había ocupaciones similares a las de Nueva York en 68 ciudades de Estados Unidos, entre ellas Washington, Los Angeles, Chicago, Miami y Dallas.

Por otra parte, ya existen en Internet llamados en Gran Bretaña a organizar un movimiento similar al norteamericano para ocupar la bolsa londinense a partir del sábado. Además, unos 48 manifestantes fueron detenidos ayer en Bruselas por desobedecer la orden de desalojar el sitio en el que "indignados" belgas y de otros países de la UE pensaban acampar en su primera jornada en la capital europea.

En Washington, por ejemplo, decenas de miembros del grupo Ocupemos DC duermen en una plaza del centro de negocios de la ciudad. Anteayer, unos 200 manifestantes del movimiento chocaron con la policía al intentar irrumpir con pancartas en el emblemático Museo Nacional del Aire y del Espacio, que debió cerrar sus puertas.

En Nueva York, el núcleo duro de los movilizados, es decir, aquellos que pasan todas las noches en el parque Zuccotti, en el corazón del barrio financiero, suman en total apenas unas centenas de personas. Pero durante las marchas se suman muchas más: el miércoles pasado, por lo menos 5000 personas participaron de la manifestación, entre ellas muchos miembros de los sindicatos neoyorquinos.

Malas para el turismo

Después de tres semanas de protestas en Nueva York, los manifestantes sorprendieron a los escépticos e incluso llamaron la atención del presidente Barack Obama y de los republicanos por su gran organización y su capacidad para extender el movimiento. El propio presidente dijo la semana pasada que entiende a quienes se manifiestan contra Wall Street.

Aunque también dijo comprender algunas de las reivindicaciones de los "indignados", el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, afirmó que las protestas "no son productivas" y que son malas para el turismo. Wall Street es uno de los pilares de la economía del estado de Nueva York, y sus contribuciones impositivas ascienden al 13% del total.

Sin embargo, no parece que el movimiento se vaya a debilitar en los próximos días. Conectados a través de las nuevas redes sociales en Internet, se mostraron capaces de reunir miles de dólares para aprovisionar su campamento y evitar desbordes durante sus movilizaciones.

Anteayer, durante una hora, el grupo analizó la manera de extender su protesta, sin especificar nunca claramente sus objetivos. Las consignas del movimiento, inicialmente limitadas a criticar a los bancos y las instituciones financieras, también se han extendido con el paso de los días y actualmente incluyen otros cuestionamientos referidos a la guerra en Afganistán, el calentamiento global e incluso la fuerte alza del precio de la matrícula universitaria.

Si bien algunos expertos prevén que con el movimiento pase algo similar a lo que sucedió con el ultraconservador Tea Party, convertido en uno de los componentes "informales" del Partido Republicano, muchos de sus integrantes rechazan la idea de ser "recuperados" por los demócratas.

"Las agotadas maquinarias políticas [...] intentan apoderarse de este movimiento y modelarlo según sus intereses", puede leerse en la última página del Occupied Wall Street Journal (Diario de Wall Street ocupado). de origen yemenita.