¿Cómo de mala puede ser una tormenta solar? Sólo hay que preguntar a un árbol. A diferencia de los registros humanos, que se remontan a cientos de años, los árboles pueden recordar las tormentas solares durante milenios.
Fusa Miyake, estudiante de doctorado de la Universidad de Nagoya, hizo el descubrimiento en 2012 mientras estudiaba los anillos del tocón de un cedro japonés de 1900 años. Un anillo, en particular, llamó su atención. Cultivado en el año 774-75 d.C., contenía un salto del 12% en carbono-14 radiactivo (14C), unas 20 veces mayor que las fluctuaciones ordinarias de la radiación cósmica. Otros equipos confirmaron el aumento en madera de Alemania, Rusia, Estados Unidos, Finlandia y Nueva Zelanda. Sea lo que fuere lo que ocurrió, los árboles de todo el mundo lo experimentaron.
La mayoría de los investigadores creen que se trató de una tormenta solar extraordinaria. A menudo, señalamos el evento Carrington de 1859 como el peor escenario para las tormentas solares. La tormenta de 774-75 d.C. fue al menos 10 veces más fuerte; si se produjera hoy, derribaría la tecnología moderna. Desde el descubrimiento inicial de Miyake, ella y otros han confirmado cinco ejemplos más (12.450 a.C., 7.176 a.C., 5.259 a.C., 664-663 a.C., 993 d.C.). Los investigadores los llaman «Eventos Miyake».

Los Eventos Miyake han colocado a los dendrocronólogos (científicos que estudian los anillos de los árboles) en el centro de la investigación del clima espacial. Tras el descubrimiento inicial de Miyake en 2012, la comunidad internacional de anillos de árboles comenzó a colaborar para buscar pruebas de supertormentas solares. Su colaboración se llama «la iniciativa COSMIC». Los primeros resultados publicados en una edición de 2018 de Nature confirman que los Eventos Miyake en 774-75 dC y 993 dC fueron realmente globales. Los árboles de los cinco continentes registraron picos de carbono.

Recientemente se han identificado otros cuatro candidatos a Eventos Miyake (5628 a.C., 5410 a.C., 1052 C y 1279 C). La confirmación requiere comprobar árboles en muchos continentes y encontrar picos coincidentes de 10Be y 36Cl en núcleos de hielo. Todo ello forma parte del «proceso lento y sistemático» de la investigación de los anillos de radiocarbono de los árboles, afirma la Dra. Panyushkina.
Un estudio completo de los Eventos Miyake podría indicarnos con qué frecuencia se producen las supertormentas solares y qué grado de peligro representa el sol para una sociedad tecnológica. Permanezca atento a las actualizaciones de los árboles.
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