Multitudinarias protestas se han tomado decenas de universidades en EEUU, en un movimiento que se queja por la posición de Washington frente a Israel y su continuo genocidio del pueblo palestino.
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Desde un punto de vista social parecería como una buena señal, algo de conciencia despertando y reaccionando de manera adecuada ante la injusticia y la criminalidad del estado sionista.
Sin embargo, nos preguntamos si algo de esto puede estar diseñado para ejercer algún propósito. O si tal vez fue una vez más un error de cálculo, luego de años de impulsar la compasión por las minorías en cierta sección de la sociedad, ahora les sale el tiro por la culata, generando resistencia por parte de un grupo al cual consideraban como un aliado, un grupo de personas jóvenes quienes no reciben sus noticias de los medios convencionales de comunicación, y a los cuales se desea controlar.
Parte de este control es lo que explica las dificultades que Elon Musk ha experimentado y la reciente ley que Biden aprobó para censurar TikTok en EEUU. Luego de aprobar, por fin, un paquete de ayuda a Ucrania e Israel y de haberse revelado que sus misiles ATCMS estaban siendo enviado en secreto por meses a Kiev.
