© DesconocidoAhmed Wali Karzai, hermano menor del presidente afgano, Hamid Karzai, fue asesinado este martes en Kandahar
Los manipuladores de información de Washington a Bruselas y Kabul pasarán muchas noches sin dormir. La opinión pública mundial ha sido incansablemente horrorizada y sobrecogida por la quimera de que EE.UU. y la OTAN están "ganando" la guerra combinada AfPak.Veamos los hechos en el terreno. Inmediatamente después de que el gobierno de EE.UU. decidió "suspender" 800 millones de dólares de ayuda al ejército paquistaní, el ministro de defensa de Pakistán, Ahmed Mukhtar, declaró al canal local Express TV: "
Si todo se pone difícil, retiraremos todas nuestras fuerzas", sugiriendo que no habrá más soldados de Islamabad para combatir a las guerrillas de mayoría pastún en las áreas tribales.
Mukhtar no podía haber sido más explícito: "
Si los estadounidenses se niegan a darnos dinero, bueno... No podemos permitirnos que los soldados estén en las montañas durante un período tan largo".
Esto muestra gráficamente, una vez más, que
el ejército paquistaní está participando - a disgusto - en el juego de contraterrorismo/contrainsurgencia de Washington en las áreas tribales. Por mucho que Islamabad tema al nacionalismo pastún, el ejército sabe que debe proceder con extrema cautela, de otra manera enfrentará una masiva rebelión tribal pastuna que plantearía el supremo tabú: la consolidación de "Pastunistán", que despedazaría al Pakistán que conocemos.
Señor de la guerra derribadoY luego el presidente Hamid Karzai, la marioneta que apenas controla su propio trono en Kabul, según dicen en el lugar, dijo en una conferencia de prensa conjunta con el liberador de Libia visitante, el neo-napoleónico presidente francés Nicolas Sarkozy:
"Dentro de las casas de los afganos, hemos sufrido el mismo tipo de dolor. Y nuestra esperanza es que, si Dios lo quiere, haya un final del dolor y el sufrimiento del pueblo afgano y se instauren la paz y la seguridad."