La rapidez sin precedentes con la que se han desarrollado y aprobado las diversas «vacunas» contra la Covid, la mayoría de las cuales utilizan una tecnología de ARNm que hasta ahora no había tenido éxito, es considerada un milagro científico por los fervientes seguidores de La CienciaTM.
Muchos otros -incluidos nosotros- lo vemos de otra manera: una de las mayores estafas jamás perpetradas contra un público asustado, y una potencialmente increíblemente peligrosa e incluso mortal.
Pero los daños causados por este proceso no se limitan a las propias «vacunas» Covid, sino que han abierto la puerta a la comercialización apresurada de más y más «vacunas». Esto incluye «vacunas contra el cáncer a medida», de las que actualmente se están realizando cientos de ensayos médicos en todo el mundo.
Hoy mismo, Wired ha publicado una entrevista con Lennard Lee, oncólogo y director del Instituto Tecnológico Ellison de Oxford, titulada: Las vacunas Covid han allanado el camino para las vacunas contra el cáncer
Es una lectura bastante interesante.
Para empezar, si he entendido bien las palabras del Dr. Lee, estos productos no son realmente «vacunas» [énfasis añadido]:
En los ensayos actuales, hacemos una biopsia del paciente, secuenciamos el tejido, lo enviamos a la compañía farmacéutica y ésta diseña una vacuna personalizada que se adapta al cáncer del paciente.No evitan que las personas contraigan cáncer, sino que se utilizan para tratar a las que ya lo padecen. Es decir, no son «vacunas» en el verdadero sentido de la palabra.
Esto recuerda a las «vacunas» Covid, de las que se sabe que no previenen ni la infección ni la transmisión de la «Covid», sino que sólo «limitan la gravedad» (la razón por la que no pueden prevenir la transmisión o la infección es que la «Covid» no existe realmente, pero eso ya lo hemos tratado lo suficiente).
Parece que el asalto a las palabras y sus significados que tuvo lugar durante la Covid va a tener repercusiones durante mucho tiempo. Ése era precisamente el objetivo.
Comentario: El acné tiene diversas causas y puede afectar significativamente a la salud mental, por lo que este estudio sobre la terapia con luz roja es prometedor, ya que muestra una eficacia potencial.
Si la terapia con luz roja no ha mejorado significativamente los síntomas, considere explorar las siguientes opciones antes de recurrir a Accutane, antibióticos o espironolactona. Aunque estos tratamientos pueden ser eficaces en algunos casos, también pueden conllevar efectos secundarios graves.