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Bolivia vive una polémica política y judicial tras decir el magistrado del Tribunal Constitucional Gualberto Cusi que dicta sentencias dejando caer hojas de coca y viendo si se posan en un lugar que él considera "positivo" o en otro que le parece "negativo".

Líderes de oposición, otros magistrados, juristas, diplomáticos acreditados en La Paz y analistas políticos critican lo que creen un disparate similar a dictar sentencia al "cara o cruz", tirando una moneda al aire, mientras que a Cusi lo defiende el oficialismo del presidente nacionalista Evo Morales.

Cusi, que reclamó sin éxito presidir el Constitucional por ser el magistrado con más votos en los también polémicos comicios judiciales del 2011, mostró al canal Gigavisión cómo deja caer hojas de coca en una manta para "fallar en sentido positivo o negativo" sobre un recurso de amparo.

"Es una vergüenza porque el Constitucional es un órgano netamente técnico, que tiene que valorar en principio si cualquier decisión está acorde con la Constitución y las leyes y los derechos fundamentales", declaró a periodistas el magistrado suplente Milton Mendoza, del mismo tribunal.

"Debe hacerse una revisión de doctrina a través de la ciencia del Derecho y de ninguna manera a través de artes o artilugios que, con todo respeto, no constituyen parte del derecho", agregó, y dijo que Cusi mostró su "falta de idoneidad" y que "genera desconfianza en la ciudadanía".

"Si esa es la nueva justicia que nos muestran, seguramente muchos de nosotros no vamos a querer esa nueva justicia, porque no nos ofrece garantías, no nos ofrece seguridad", añadió Mendoza, en alusión a lo que Morales promueve como revolución judicial digna de ser exportada.

Anoche mismo, Morales, de origen aimara, pidió a los máximos tribunales cumplir con el "gran desafío" de "exportar la justicia boliviana", poco después de la demostración televisada de Cusi, de la misma etnia andina.

El mandatario, que el lunes pidió en Viena a los organismos antinarcóticos de la ONU que despenalicen la coca, clausuró anoche en la sede del Tribunal Supremo, en la ciudad sureña de Sucre, el seminario "Nueva Visión de la Justicia Boliviana en el marco de la Constitución".

"Siento que hay que nacionalizar los códigos; no conozco, soy sincero, pero algunos doctores me dicen: siguen tal como están nuestras normas, copia fiel del código romano, francés, norteamericano", dijo Morales.

"Me pregunto -agregó-: ¿Acaso esas normas han caído del cielo para no cambiar?".

El presidente del Constitucional, el oficialista Ruddy Flores, dijo que "la manifestación de uno de los magistrados, en términos de lo que hace la justicia indígena, originaria y campesina (...) no debe ser tergiversado o amplificado en otros términos. El Tribunal Constitucional Plurinacional desarrolla toda su actividad en el marco de la Constitución".

Flores no ve en la confesión de Cusi "ningún elemento que contravenga o plantee una contravención a una norma penal para ser objeto de un procesamiento".

La expresidenta del Constitucional Silvia Salame, que ahora encabeza el colegio de abogados de Bolivia, prefiere creer que fue solo una broma del magistrado aimara, porque, "si no fuera una broma, realmente sería insólito".

"En Alemania dicen que después del Constitucional, solo Dios. Teniendo esa importancia (...) no podemos aceptar ni concebir que la resolución de las causas esté sometida a ninguna forma que tenga que ver el azar, ni la lectura de cartas, ni la bola de cristal, ni ninguna pitonisa, ni la hoja de coca, por muy ancestral que sea", añadió.

"Ojalá que esta noticia no vaya más allá de las fronteras, porque no solo seríamos sometidos a críticas, sino hasta objeto de burlas (...) Realmente sería para que los abogados no sepamos donde meternos de vergüenza", se lamentó Salame.

El senador Roger Pinto, de la oposición conservadora, criticó que Cusi "plantee a la sociedad, y lo diga con soltura de cuerpo, que la vida y el destino de las personas, la justicia, se la decide leyendo las hojas de la coca".

"Lo mínimo que pediríamos al Gobierno es un poco de seriedad. El presidente debería pedirle la renuncia", advirtió el senador.

Pinto dijo a Efe que en los comicios judiciales, en los que casi todos los candidatos eran oficialistas y los votos nulos y en blanco superaron a los válidos, se gastaron más de 14 millones de dólares para elegir magistrados, aunque "hubiese sido más fácil seleccionar unos cuantos chamanes y un yatiri (brujos) para que procedan".

"El problema es que es verdad -prosiguió-. La cultura aimara tiene esas costumbre y, por cierto, las están implementando; pero llegar ese nivel lo único que hace es generar indignación en toda una sociedad que busca en la justicia alternativas diferentes".

Para el diputado Jaime Navarro, también de oposición, la justicia "está en manos de la coca: esa es la conclusión si (...) un guardián de la Constitución utiliza la coca para resolver un tema".