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© NatureEstos impactos originaron grandes cráteres sobre la superficie lunar y de la Tierra, que han desaparecido con la erosión y el movimiento de las placas tectónicas.
Hace entre 4 mil 100 y 3 mil 800 millones de años la Tierra y la Luna recibieron el impacto de un gran número de asteroides gigantes, más grandes que los que extinguieron a los dinosaurios y durante un período más prolongado de lo que se creía, publica la revista científica Nature.

"Hemos descubierto que asteroides gigantes, similares o incluso mayores a los que, creemos, terminaron con los dinosaurios, chocaron contra la Tierra con mucha más frecuencia de lo que se pensaba", explicó el astrofísico e investigador William Bottke, del Southwest Research Institute en Colorado, Estados Unidos.

Bottke, autor de uno de los dos artículos publicados en la última edición de Nature sobre el impacto de los meteoritos, defiende que alrededor de setenta asteroides de esas dimensiones impactaron contra la Tierra y aproximadamente cuatro lo hicieron contra la Luna durante el Eón Arcaico, un período comprendido entre hace 2 mil 500 y 3 mil 800 millones de años.

"Nuestro trabajo sugiere que el Eón Arcaico, un período de formación de la vida y de nuestra biosfera, fue también una época en la que tuvieron lugar muchos impactos de meteoritos de gran magnitud. Esto nos ayudará a entender mejor las primeras etapas de la historia de la vida en la Tierra", aseguró Bottke.

Por su parte, Brandon Johnson, de la Universidad de Purdue en Indiana, Estados Unidos, argumenta en su artículo que estos violentos impactos tuvieron un papel mayor de lo que se creía en la evolución de las primeras formas de vida terrestre.

"Aunque siempre se piensa en los meteoritos como un detrimento para la vida, podrían haber contribuido a su formación al traer material orgánico a la tierra o producir sistemas hidrotermales en los que la vida pudiese florecer", detalló Johnson.

Los hallazgos de ambos científicos respaldan a su vez el "Modelo de Niza", una hipótesis que defiende que los planetas gigantes gaseosos del Sistema Solar (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) migraron a partir de una distribución inicial más compacta hasta sus posiciones actuales.

El desplazamiento de estos planetas dio lugar a un gran número de asteroides que se vieron atraídos hacia el interior del Sistema Solar, algunos de los cuales impactaron violentamente contra la Tierra, la Luna y otros cuerpos en un fenómeno conocido como bombardeo intenso tardío.

Estos impactos originaron grandes cráteres sobre la superficie lunar que se han conservado mucho mejor que sobre la Tierra y que facilitan gran cantidad de información para comprender mejor este fenómeno, explicó Bottke.

En total, en la Luna se han contabilizado hasta el momento alrededor de 30 cráteres con un diámetro mayor a 300 kilómetros, con edades que oscilan entre los 4 mil 100 y los 3 mil 800 millones de años, más antiguos que los cráteres que se han encontrado en la Tierra.

Muchos de los cráteres de la superficie terrestre se han perdido a causa de la erosión y los movimientos de las placas tectónicas y pocas rocas de esa era sobrevivieron, por lo que el estudio del impacto de meteoritos hace más de 2 mil millones de años entraña una mayor dificultad.

Sin embargo, el choque de los meteoritos fundió algunas de las rocas salpicadas que se enfriaron hasta convertirse en pequeñas cuentas de vidrio del tamaño de granos de arena denominadas esférulas, a partir de las cuales Bottke y Johnson han estimado la fecha del impacto así como el número y tamaño de asteroides.

En la Tierra se tiene constancia de al menos una veintena de yacimientos de esférulas, que según los expertos serán de gran utilidad en estudios futuros.