Nuevos descubrimientos sobre genética crean posibilidades para aumentar la inteligencia a través de ingeniería genética.
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Estudios genéticos sobre las capacidades cognitivas demuestran que existen ciertas diferencias en las estructuras del ADN humano, sostiene Stephen Hsu, colaborador de la revista Nautilus. "Una formación perfecta de las moléculas del ADN podría crear a individuos con inteligencia cualitativamente más alta de las que jamás han existido en el mundo. Es decir, con un CI de alrededor de 1.000", dice Hsu.

"La posibilidad de la superinteligencia se debe a su base genética", según Hsu. Características como la estatura o la capacidad cognitiva están regidas por miles de genes, cada uno con un efecto limitado. El efecto de las variantes genéticas, conocidas como alelos, que afectan una característica humana (centímetros de la estatura o puntos del CI) puede ser calculada según el efecto de las variantes ya descubiertas.

En el marco de un proyecto de cooperación internacional varios laboratorios han identificado las regiones del ADN responsables de las capacidades cognitivas, y la estadística resultante demuestra que existe una correlación entre el polimorfismo del nucleótido simple en el ADN humano y el intelecto.

"Si un número limitado de genes controla las capacidades cognitivas, cada variante genética debería cambiar el CI en alrededor de 15 puntos", supone Hsu. Sin embargo, hasta ahora el mayor efecto que los científicos han detectado es inferior a un punto del CI. Efectos mayores serían más sencillos de detectar, pero todavía no se han manifestado.

Esto significa, según Stephen Hsu, que debería haber "al menos 1.000 alelos de CI responsables para la variación en la población general". Un análisis más sofisticado, con un margen de error más amplio, estima que el número de estos alelos podría alcanzar alrededor de 10.000, según explica Stephen Hsu en su obra 'On the genetic architecture of intelligence and other quantitative traits' (De arquitectura genética del intelecto y otras características cuantitativas).

"Dado que hay miles de variantes potencialmente positivas, la implicación está clara, si fuera posible diseñar a un ser humano para obtener una versión positiva de cada variante casual, este humano podría mostrar una capacidad cognitiva de 100 desviaciones usuales por encima del promedio, lo que se corresponde a 1.000 puntos de CI", concluye Stephen Hsu.

Aunque la superinteligencia podría ser una realidad solo en un futuro lejano, varios avances importantes podrían tener lugar pronto, presupone el autor. Datos sobre genomas humanos y fenotipos que representan las características individuales podrían aumentar los datos conocidos sobre el código genético y predecir las capacidades cognitivas, opina Hsu. Estos datos podrían aplicarse a la selección de embriones. En otras palabras, según concluye Hsu, "los padres podrían aumentar el CI de su niño en 15 o más puntos".