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Una adolescente de 16 años fue diagnosticada con la peste bubónica en el estado de Oregón, y es la víctima número 16 en lo que va del año en Estados Unidos.

La preocupación crece entre las autoridades sanitarias de Estados Unidos, pues los infectados por la peste vienen creciendo desde 2010, cuando solo dos personas fueron infectadas, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades.

La enfermedad se transmite a través de las ardillas o los ratones y sus pulgas. Cuando el roedor infectado enferma y muere, sus pulgas se pasan a otro animal o infectan a los humanos. Los síntomas son fiebre alta e inflamación de los ganglios. La enfermedad puede ser tratada con antibióticos, pero puede ser mortal si no es curada a tiempo.

La peste bubónica provocó una de las pandemias más graves de la historia en la Edad Media, pero los casos son muy raros en la actualidad. En el siglo XIV dejó cerca de 50 millones de muertos en África, Asia y Europa, donde estalló en Londres en 1665. En India y China, en el siglo XIX, mató a más de 12 millones de personas.

La bacteria yersinia pestis fue llevada a Estados Unidos en los barcos infestados de ratas que llegaron a comienzos del siglo XX y produjo epidemias en las ciudades portuarias del oeste, pero de allí se difundió a otras áreas como Nuevo México, Arizona, Colorado.

En América Latina se ha dado en Bolivia, Brasil, Ecuador y Perú, en poblaciones rurales muy pobres.

El temor es que la plaga resurja en los próximos años por el cambio climático. Según un estudio de la Academia Nacional de Ciencia de Estados Unidos de 2006, la yersinia pestis aumenta en aguas más cálidas y veranos más húmedos.

"Un aumento de un grado en primavera puede llevar a más de 50 por ciento de aumento en la prevalencia", dice el estudio, y agrega que la peste en Europa durante la Edad Media fue favorecida por las condiciones climáticas.

A ello se suma el crecimiento demográfico que empuja a los asentamientos humanos hacia áreas rurales, aumentando su contacto con la vida salvaje.