Las autoridades neozelandesas han aumentado a 75 la cifra de muertos y a más de 300 la de desaparecidos tras el terremoto de magnitud 6,3 grados en la escala de Richter que este martes sacudió el centro de Cristchuch, en la isla sur del país. Además, los equipos de salvamento han abandonado sus intentos por rescatar a unas 100 personas atrapadas bajo las ruinas de la sede de la televisión local CTV, según ha informado la Policía.

Los servicios de rescate trabajan contrarreloj en otras zonas para encontrar supervivientes bajo los escombros.

Es el caso de una mujer, que ha sido rescatada tras permanecer casi 26 horas encajonada bajo una mesa en un complejo de oficinas, y que se fundió en un emotivo abrazo con su marido entre los vítores de la muchedumbre congregada en el lugar.

Dadas por muertas 100 personas

Fuentes de la Policía de Nueva Zelanda han explicado que, continuar la operación anulada, es un riesgo para el personal y no habrá supervivientes.

Entre el centenar de atrapados en la sede de la televisión local CTV hay unos 20 estudiantes japoneses que participaban en un programa de intercambio y un número indeterminado de periodistas y policías que intentaron evacuar las instalaciones justo después del seísmo.

Los socorristas indicaron que no han detectado ninguna señal de vida bajo los escombros al inspeccionarlos con micrófonos de alta potencia y pequeñas cámaras de vídeo.
Más de 100 rescatados hasta ahora

Según Reuters, más de 100 personas han logrado ser rescatadas, aunque a algunos se les ha tenido que amputar miembros para poder sacarles de entre los escombros.

"Estamos recibiendo mensajes SMS y sonidos transmitidos de la gente que continúa viva", ha informado el comandante de la policía, Rusell Gibson, a Radio Nueva Zelanda.

Las autoridades han identificado a 50 fallecidos y aún hay otros 20 cadáveres sin identificar, informa Reuters. "Es una carnicería. Hay cuerpos tirados en las calles, aplastados bajo los escombros y encerrados en coches" por todo el centro de Christchurch, ha informado Gibson, quien ha añadido que los esfuerzos se están volcando en rescatar a los que quedan con vida.
Centenares de desaparecidos

El último balance ofrecido por las autoridades ha aumentado a 300 el número de personas que podrían encontrarse atrapadas. Sin embargo, estas estimaciones se dificultan al estar cortadas las comunicaciones tras el temblor.

Según informa Reuters, los esfuerzos de los equipos de rescaten se están centrando en un complejo de cinco grandes edificios que han quedado completamente derrumbados.

Miles de personas han pasado la noche del martes en albergues de emergencia habilitados en escuelas locales y en un hipódromo, donde se están distribuyendo agua potable e instalando baños portátiles.

Las autoridades han decretado el toque de queda en la ciudad de Christchurch a partir de las 18.30 hora local (6.30 hora peninsular española) para evitar saqueos, después de que la Policía haya confirmado que seis personas han sido detenidas por intento de robo.
Ayuda de la ONU

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se ha declarado este martes "profundamente entristecido" por la destrucción causada por el terremoto y ha ofrecido la disposición de esa organización para "contribuir" en lo que sea necesario.

Varios edificios de Christchurch, la segunda ciudad del país y donde residen unas 400.000 personas, se incendiaron tras derrumbarse. Su magnitud ha causado incluso el desprendimiento de 30 millones de toneladas de hielo de un glaciar de la Isla Sur. El primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, ha estimado que la reconstrucción costará entre los 6.000 y 8.000 millones de dólares, informa Efe.

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Este seísmo, registrado durante este martes a mediodía, ha sido el peor que vive la zona desde que en 1931 otro terremoto en la ciudad de Napier (isla Norte) matara a 256 personas.

El pasado septiembre, un terremoto de 7,2 grados de magnitud causó en Christchurch decenas de heridos y cuantiosos daños materiales pero no víctimas mortales.