Santiago de Cuba, 21 ene (PL) Con menos del 30 por ciento de agua en sus embalses y lluvias por debajo de la media histórica, esta provincia continúa afrontando hoy una de las peores sequías de su historia y de Cuba.

Autoridades del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) informaron que la situación se torna complicada y crítica porque hasta abril próximo se extiende el período seco y siguen agotándose los caudales de presas como Parada y Hatillo.
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© AFP Mladen Antonov/ Foto ilustrativa

Janet Triana, delegada del organismo en el territorio, explicó que se registra apenas un 77 por ciento de las precipitaciones promedio y de ellas, las que deben beneficiar a los acuatorios solo aportan un 53 por ciento, por lo que se alargan los ciclos de distribución del líquido a la población desde ocho hasta 20 días.

Apuntó que presentan una realidad más favorable los municipios de Segundo Frente y Songo-La Maya, en tanto los de Palma y Tercer Frente están entre los que presentan un peor panorama.

Entre los paliativos para ese déficit en esta urbe citó el trasvase desde la presa Carlos Manuel de Céspedes hasta la Gilbert, el abasto mediante carros cisternas, la perforación de nuevos pozos y la puesta en marcha de otros trasvases desde el embalse Gota Blanca y en el río Mogote.

Añadió que avanza la ejecución de la planta desalinizadora en Boca de Cabañas, en el litoral santiaguero, mediante la cual podrá favorecerse la distribución a comunidades enclavadas en la zona y al área industrial.

Por su parte, Abel Salas, vicepresidente primero del INRH, aludió a las inversiones y otras acciones para alargar el agua disponible, así como al funcionamiento de un grupo especial de enfrentamiento a la sequía que coordina esa estrategia en el país.

Salas insistió en el sistemático control de esas obras, entre las cuales se incluyen micropresas y otras para aprovechar el agua subterránea, en pos de garantizar reservas ante la posibilidad de un alargamiento en la escasez de precipitaciones.