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El director general adjunto de la Agencia Europa de Control de Fronteras (FRONTEX), Gil Arias Fernández, ha estimado que podrían llegar a Europa hasta 1,5 millones de personas desde Libia, sumando los nacionales libios que "no son candidatos a la emigración, pero que ante una situación de persecución violenta trataría de buscar refugio en Europa ".

En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, ha añadido que a estas personas se podrían sumar los nacionales de otros países africanos que, en una situación de inestabilidad, podrían perder sus puestos de trabajo y sumarse al flujo. No obstante, ha asegurado que la agencia "no considera que los 1,5 millones de inmigrantes que hay en Libia vayan a tratar de venir a Europa" y que la cifra de personas que pueden llegar de la que se parte "es de unas 50.000 personas".

Arias Fernández, que ha recordado que en 2008, "un año muy crítico en el Mediterráneo", unas 4.000 personas llegaron a las costas de Malta e Italia, también ha advertido de que si la situación en Libia permanece en su estado actual o empeora, ya que, según ha indicado, "el país está al borde de una guerra civil, se producirán flujos importantes de habitantes, no sólo libios, sino también de terceros países que se encuentran actualmente en Libia".

"Nosotros estamos preparándonos para las bases de los escenarios más probables, desde que comiencen a salir en pequeñas cantidades inmigrantes desde las costas libias, hasta el peor de los escenarios, que el régimen de Gadafi se mantenga en el poder y que a los inmigrantes se unan refugiados que escapen de la represión violenta del régimen actual", ha explicado.

Por otro lado, ha comentado que los medios con los que cuenta FRONTEX son los que los Estados miembros estén dispuestos a poner a su disposición, ya que la agencia, por sí misma, "no dispone de medios para hacer frente a situaciones de esta naturaleza y aún de menor escala". Por ello, ha afirmado que "todo depende de la disponibilidad y de la voluntad política de los Estados miembros de volcarse en resolver esta situación, que, en principio, parece ser que se avecina de cierta gravedad".

También ha indicado que "la solidaridad europea tiene que demostrarse en diferentes formas y que una podría ser cambiar el régimen de asilo" y ha mencionado que, "teniendo en cuenta la experiencia que se tiene en el caso de Grecia, que todavía no se ha resulto totalmente, pero que ha vivido una situación muy crítica en los últimos meses del año pasado, "parece ser que los Estados miembros sí están dispuestos a colaborar".

Finalmente, se ha mostrado confiado en que en el Mediterráneo "también habrá una participación activa de los países de la Unión Europea".