Pese a los llamamientos públicos de Hillary Clinton a fomentar la amistad con Venezuela, Wikileaks revela sus esfuerzos por sabotear a este país.
Hillary Clinton
Los mensajes de correo electrónico, filtrados por Wikileaks, muestran que durante su gestión como secretaria de Estado de EE.UU. (2009-2013), Hillary Clinton estuvo promoviendo en la sombra la subversión contra el Gobierno del entonces presidente, el fallecido Hugo Chávez.

Según las filtraciones de Wikileaks, Clinton consultó al subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU. en ese momento, Arturo Valenzuela, sobre cómo "tirar de las riendas a Chávez".
"Tenemos que considerar cuidadosamente las consecuencias de enfrentarse a él (Chávez) públicamente, pero hay que buscar oportunidades entre otros en la región para que nos ayuden" en la caída del Ejecutivo de Venezuela, afirmó Clinton.
Además, se reveló que la agencia federal del Gobierno de EE.UU., encargada de supervisar todas las transmisiones de radio y televisión no militares del Gobierno federal —BBG—, pidió a Clinton aumentar los fondos con el fin de "luchar contra los esfuerzos de la diplomacia pública de los enemigos de América". El presidente de la agencia, Walter Isaacson, identificó explícitamente estos Estados como "Irán, Venezuela, Rusia y China."

El doctor Francisco Domínguez, de la Campaña de Solidaridad con Venezuela, en sus comentarios a la agencia de noticias rusa Sputnik afirmó el miércoles que, "tras la elección de Chávez en Venezuela y la elección del partido de los Trabajadores en Brasil en 2002, la región, en especial Venezuela, comenzó a distanciarse de EE.UU., creando sus propios cuerpos, en gran parte regionalmente integrados. Debido a eso, EE.UU. estaba perdiendo influencia. Venezuela ha sido el principal defensor de estas ideas. Por eso Estados Unidos ha estado atacando tanto el país".

El doctor Domínguez cree que el objetivo final de Washington es ver la caída del Ejecutivo de Venezuela, actualmente dirigido por el exasistente de Chávez, Nicolás Maduro, quien goza de apoyo popular.

Desde principios de la década de 1970, el Gobierno estadounidense llevó a cabo diversas políticas subversivas en América Latina, encaminadas a socavar los gobiernos elegidos democráticamente, por lo general de izquierda.

De acuerdo con este informe, estas políticas continúan hasta nuestros días y, si Hilary Clinton es presidenta, es probable que permanezcan sin cesar.