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El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio ha concluido su primera sesión tras el terremoto que golpeó al país el pasado viernes con un desplome del 6,18%, el más grave desde diciembre de 2008, hasta caer a los 9.620,49 puntos, su nivel más bajo desde el pasado mes de noviembre, a pesar de que el Banco de Japón anunció una inyección récord de 15 billones de yenes (131.735 millones de euros) para estabilizar la economía del país.

Las pérdidas fueron generalizadas entre todos los valores del selectivo nipón, salvo en el sector de la construcción, ante la expectativa de las labores de reconstrucción tras la catástrofe. De hecho, firmas como Hazama y Kumagai Gumi, registraron subidas superiores al 40%, mientras Kajima Corporation, subió un 16%.

Por contra, fabricantes de automóviles como Mitsubishi Motors o Nissan se dejaban un 11% y un 10%, respectivamente, mientras Toyota perdió un 7,9%. Asimismo, gigantes electrónicos como Sony sufrieron un desplome del 9,3%, Canon bajó un 6,2% y Panasonic un -8,3%. Por su parte, Toshiba e Hitachi bajaron más de un 16%.

A su vez, el sector financiero japonés también experimentó un severo varapalo con caídas del 10,5% en Mizuho Financial Group y del 7,2% en Mitsubishi UFJ Group, mientras SMFG perdió un 6,3%.

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