Los servicios de emergencias han rescatado a cientos de personas de las inundaciones con embarcaciones y helicópteros en Carolina del Norte después de que el huracán ahora convertido en tormenta 'Matthew' anegara gran parte del sureste de Estados Unidos antes de debilitarse el domingo y dirigirse de nuevo hacia el mar.
inundaciones carolina del norte
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'Matthew', la tormenta más potente en el Atlántico desde 2007, ha sido reclasificada este domingo como ciclón postropical tras dejar en su camino cerca de 900 muertos en Haití y al menos 16 en Estados Unidos.

En Haití la catástrofe se ha visto agravada por los brotes, ya que aún hay unas 61.500 personas desplazadas en refugios, según las autoridades. En Estados Unidos, más de dos millones de negocios y hogares han quedado sin suministro eléctrico.

La tormenta se desplaza ya en dirección este-noreste hacia el océano, según el último informe del Centro Nacional de Huracanes (CNH) que sitúa el centro del sistema a 160 kilómetros del cabo Hatteras, Carolina del Norte.

Matthew ha perdido ya sus características tropicales, ya que no se sigue alimentando del agua caliente del mar, pero la tormenta sigue provocando vientos peligrosos con velocidades máximas de 120 kilómetros por hora, muy por debajo de los 210 kilómetros hora que alcanzó en su momento de máxima fuerza.

Las inundaciones y las marejadas siguen siendo una amenaza, advierte el CNH, que sin embargo descarta que regrese a la costa. "No hay posibilidad de que vuelva" a la costa, ha apuntado un portavoz del CNH, Dennis Feltgen.

Las autoridades han informado de que muchas comunidades costeras y tierra adentro siguen bajo el agua por culpa de las marejadas o de los ríos y arroyos desbordados y que hay situaciones peligrosas generadas por las líneas eléctricas caídas y las casas dañadas.

Mientras, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha declarado el estado de emergencia en Georgia y Florida y ha liberando fondos federales para ayudar a que los estados reparen sus infraestructuras dañadas y retiren los escombros. Las dos Carolinas podrían recibir también ayuda.

Petición de ayuda

En Carolina del Norte, donde murieron al menos siete personas, el gobernador, Pat McCrory, pidió ayuda del exterior y emplazó al país a no centrarse únicamente en campaña electoral. "Sé que la conversación política es la que domina las ondas en muchos canales nacionales, pero quiero que el resto de la nación sepa que necesitamos su ayuda", ha apuntado McCrory.

Florida ha contabilizado cinco muertes relacionadas con la tormenta; Georgia, tres, y Carolina del Sur, una. Las inundaciones en Carolina del Norte originaron 877 rescates acuáticos, incluidos más de 500 en el territorio interior del condado de Cumberland, ha apuntado McCrory.

El gobernador ha explicado que se está reclutando a nuevas brigadas de rescate para relevar a los 334 trabajadores federales, estatales y locales que trabajaron durante la noche "arriesgando su vida". "Debo decirles que estos equipos de rescate están exhaustos", ha subrayado McCrory.

En Virginia, donde más de 300.000 clientes se quedaron sin electricidad, la ciudad de Norfolk ha declarado el estado de emergencia y ha pedido a sus ciudadanos que dejen las carreteras libres. La localidad de Virginia Beach ha cerrado todos sus parques, centros recreativos, librerías y el Virginia Aquarium.

La Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) ha emitido advertencias sobre crecidas de agua, consideradas por el administrador Craig Fugate como la causa principal de decesos relacionados con el temporal.

Incluso ahora que la tormenta se aleja de la costa, "se está desarrollando una inundación grande e importante sobre el noreste de Carolina del Sur hacia el centro y este de Carolina del Norte", ha alertado la FEMA.