La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos establece que los niveles de contaminación del aire en ambientes interiores podría ser entre dos y cinco veces más alta dentro de su hogar o trabajo en comparación con estar al aire libre.1 Algunos contaminantes de ambientes interiores pueden estar hasta 100 veces más concentrados que los niveles en ambientes exteriores.
Las diferencias están relacionadas con el tipo de contaminantes, la relativa falta de flujo de aire en las nuevas viviendas y los productos químicos que podría introducir a su hogar a través de sus muebles, productos del cuidado personal, hogar y productos de limpieza. Según la EPA, en la actualidad, la mala calidad del aire es uno de los principales riesgos de salud pública.2
Aunque estos factores son importantes para su salud, el polvo desempeña otro papel significativo en la calidad del aire. Las recientes investigaciones han identificado los contaminantes químicos que se encuentran en el polvo que flota en el aire y en las pelusas de polvo debajo de sus muebles.
El polvo es más que suciedad
El polvo es todo lo que se descompone en partículas lo suficientemente pequeñas como para moverse a través de las corrientes al aire libre o en el hogar. En realidad, el polvo del hogar es una combinación de polvo y suciedad que proviene de ambientes exteriores, en combinación con las células de la piel, caspa de mascotas y otras partículas que varían de forma particular en cada hogar.
Las fibras diminutas de su ropa, la pelusa que se desprende de su alfombra y los muebles, las células de la piel, fibras del cabello humano y animal, y otras pequeñas partículas podrían encontrarse flotando alrededor de su casa o estar atrapadas bajo sus muebles. La composición del polvo podría ser compleja y contener más que pequeñas partículas de pelusa y suciedad.
Paloma Beamer, Ph.D., profesora adjunta en la Escuela de salud pública en la Universidad de Arizona, ha pasado años analizando y estudiando el polvo. Ella calcula que un tercio del polvo en el hogar proviene de fuentes inorgánicas internas y dos tercios de la tierra, así como de las partículas del aire exterior localizadas en su hogar.3
La composición del polvo es compleja, y de igual manera la composición de una partícula. De acuerdo con Andrea Ferro, Ph.D., quien imparte cursos acerca de la contaminación del aire en la Universidad de Clarkson en Nueva York, una partícula de polvo puede ser un compuesto inorgánico u orgánico simple, pero otros podrían tener un centro inorgánico y un revestimiento orgánico.
En otras palabras, incluso esas pequeñas motas de polvo pueden ser complicadas. Si no es retirado, el polvo puede permanecer por un mucho tiempo. De hecho, según citó NPR, Ferro dice:4
"Encontramos sustancias como [el pesticida] DDT en muchas muestras de polvo del piso, que eliminamos hace décadas, pero todavía están presentes".El polvo de su entorno contiene más de lo que cree
Es posible que realmente le resulte difícil eliminar el polvo de su hogar. Después de todo, nosotros denominamos pelusas, a esos cúmulos que se encuentran debajo de los muebles, y no pelusotas. Probablemente las ha considerado más una molestia, que un problema para la salud.
Sin embargo, una reciente investigación que evaluó los datos de 25 estudios previos encuentra que hay mucho más en esas pequeñas pelusas de lo que observamos.5
El estudio fue publicado en la revista Environmental Science and Technology, y se suma a un cuerpo de investigaciones cada vez más extenso que demuestra los peligros a los que está expuesto en su propio hogar y lugar de trabajo.
Las sustancias químicas que se encuentran en el polvo podrían provenir de una variedad de fuentes diferentes, desde juguetes y cosméticos, hasta su cortina de la regadera, muebles y utensilios de cocina.
Este estudio encontró altas concentraciones de dos clases de sustancias químicas presentes en el polvo. La primera son los ftalatos. Estas sustancias químicas son comunes y liberadas de los productos del cuidado personal, tales como esmalte de uñas, cremas para la piel y lociones, perfumes, productos para el cabello y desodorantes.6
Estar expuesto a ellas se ha vinculado con una interrupción del sistema endocrino, un menor coeficiente intelectual y problemas respiratorios.7 Todas estas son enfermedades de salud que afectan a los niños con mayor rapidez, por lo que la inclusión de ftalatos en los productos para los niños inclusive es más preocupante.
La segunda clase de sustancias químicas son los químicos altamente fluorados (HFCs, por sus siglas en inglés). Estos fueron asociados con el cáncer de testículo y renal, y se encuentran en los objetos cotidianos, desde las cajas para pizza hasta los teléfonos celulares.8 Su hogar mantiene un historial de sustancias químicas y otros contaminantes recopilados en su polvo. Beamer, que fue citada en la revista Time Magazine, dijo:9
"El polvo en nuestros hogares, especialmente el polvo que se encuentra en lo profundo de nuestras alfombras y muebles, es un conglomerado de sustancias que se acumularon durante toda la vida en el hogar, y pueden proporcionar un registro histórico de los productos químicos que han estado presentes".Respirar y comer pequeñas partículas de polvo aumenta los riesgos en la salud
Si vive en una zona altamente industrializada, es posible que tenga algo único en su polvo. Un investigador de la Universidad de Lancaster explica los resultados de un estudio que encontró millones de nanopartículas de magnetita en el cerebro de las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer.10
Los científicos consideran que, ya que estas nanopartículas son tan pequeñas, conforme las inhala, se transportan fácilmente por el nervio olfatorio hasta su cerebro. Estas partículas crean caos en el cerebro, ya que son biorreactivas, y están directamente asociadas con el daño observado en los cerebros de las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer.
En el cerebro, las nanopartículas de magnetita crean especies reactivas del oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés) o radicales libres. Estos radicales libres producen un daño oxidativo en las células cerebrales, una característica distintiva en las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer. En este estudio, fueron estudiados 37 cerebros de personas entre las edades de 3 a 92 años.11
Los investigadores encontraron millones de nanopartículas por gramo de tejido cerebral liofilizado, una investigadora de niveles de plomo, Barbara Maher, lo denominó "extraordinario":12
Otro estudio publicado en la revista Environmental Science and Technology analizó 26 estudios previos, el cual encontró una gran cantidad de ftalatos, fenoles y productos químicos retardantes de llama en las partículas del polvo.13 La concentración en estos estudios fue tan alta que los investigadores creen que es posible que respire y consuma inadvertidamente partículas cargadas de sustancias químicas.
En este estudio, el 90 % de los hogares tenía las 10 sustancias químicas más comunes, lo que sugiere que estas se originan de elementos que se encuentran usualmente en el hogar. Las sustancias químicas que se encuentra en la mayoría de los hogares fueron los ftalatos, que son encontrados usualmente en plásticos flexibles, productos del cuidado personal y cosmeticos.14
Pero la cuestión del polvo no termina allí
El Instituto de salud pública Milken de la Universidad George Washington compiló información de estudios previos, agencias gubernamentales y otros organismos expertos, e identificó 45 sustancias químicas diferentes, que se encuentran comúnmente en los hogares. Estas sustancias químicas fueron asociadas con riesgos para la salud, tales como el cáncer, toxicidad reproductiva y disrupción endocrina.15
Los investigadores señalaron que la mayoría de los estudios evaluaron los riesgos para la salud que representaba un solo producto químico tóxico, pero encontrar estos productos químicos mezclados en el polvo de su hogar presenta un riesgo potencialmente mayor y requiere más investigación al respecto. Los investigadores reconocieron que el polvo que estudiaron provenía generalmente de las costas Este y Oeste de los Estados Unidos, y por lo tanto, no era una muestra representativa a nivel nacional.
El polvo en su hogar contiene más sustancias químicas que son tóxicas para el cuerpo. Estas motas de polvo portan una variedad de microbios. En un estudio para evaluar el polvo en aproximadamente 1 200 hogares ubicados alrededor de los Estados Unidos, las muestras de polvo en ambientes interiores y exteriores demostraron una amplia variedad de diferentes microbios. Las diferencias parecían ser mayores en las bacterias que en los hongos.16
La distribución de los alérgenos fue predecible entre los climas, pero las poblaciones bacterianas de ambientes interiores parecían estar más significativamente influenciadas por los habitantes que por la geografía. Los factores tales como la proporción de hombre a mujer, y si había mascotas presentes, tuvo una fuerte influencia en el tipo de bacterias presente en el polvo.
Sin embargo, aunque la variedad de bacterias era diferente, cada hogar tuvo un promedio de más de 5 000 especies de bacterias y 2 000 especies de hongos.17 Aunque el polvo podría albergar miles de diferentes bacterias, no necesariamente es lo que hace que se enferme. Muchas de estas bacterias son inofensivas, pero sin duda, las sustancias químicas y otro tipo de contaminantes que viajan en las partículas de polvo no lo son.
Consejos para reducir su riesgo
Una de las mejores maneras para reducir su riesgo de exposición es disminuir los riesgos en su hogar, donde pasa la mayor parte de su tiempo en espacios interiores. Los mejores consejos para minimizar su exposición a sustancias químicas y el riesgo de acumular polvo incluyen:
- Consuma carnes orgánicas y productos frescos sin procesamiento
Consuma alimentos frescos, sobre todo sin procesar. Los alimentos preenvasados (de todo tipo) y procesados, son una fuente común de sustancias químicas como el bisfenol-A (BPA, por sus siglas en inglés) y los ftalatos.
- Coma salmón silvestre o aceite de kril purificado
- Compre y almacene los alimentos en envases de vidrio
Almacene los alimentos y bebidas en vidrio en vez de plástico, y evite utilizar envolturas de plástico. Utilice biberones de vidrio y evite tazas de plástico para bebés, para los más pequeños.
- Cocine en sartenes de cerámica o vidrio
- Utilice agua limpia
Para quitar el herbicida y disruptor endocrino atrazina, asegúrese de que el filtro cuente con la certificación para eliminarlo. De acuerdo con el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG, por sus siglas en inglés), el perclorato puede ser filtrado al utilizar un filtro de ósmosis inversa.
- Utilice productos ecológicos y evite los plásticos
Esto se aplica en todo, desde alimentos y productos del cuidado personal, hasta los materiales de construcción, alfombras, pinturas, artículos para bebés, tapicería y más. Reemplace su cortina de vinilo de la regadera, por una elaborada de tela.
- Aspire y limpie el polvo regularmente
Limpie los muebles con un paño húmedo o microfibra. Las pequeñas fibras de un paño de microfibra causan que el polvo se aferre a este, y de igual manera un paño húmedo atraerá y retendrá el polvo mejor que uno seco. Evite los sprays químicos para limpiar el polvo, que solo agregaran más carga química a su hogar.
Limpie con un paño húmedo el polvo que se encuentre en su equipo electrónico, de manera frecuente; ya que estos son una fuente común de productos químicos retardantes de llama presentes en el polvo.
Utilice filtros de alta calidad en su sistema de calefacción o refrigeración, y cámbielos regularmente. Selle las grietas y hendiduras donde el polvo pueda acumularse. Lávese las manos antes de comer para eliminar el polvo de las manos y disminuir la posibilidad de consumirlo.
- Utilice muebles y ropa que no contengan retardantes de llama o sustancias antimanchas
Mientras reemplaza estos elementos tóxicos en todo su hogar, seleccione aquellos que contengan de forma natural materiales menos inflamables como la piel, lana y algodón orgánico. Evite la ropa, muebles y alfombras resistentes a las manchas y al agua, para evitar los productos químicos perfluorados (PFCs, por sus siglas en inglés).
- Proteja a sus hijos
- Utilice productos de limpieza naturales
- Utilice productos del cuidado personal que sean seguros
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- Utilice productos sin aroma
- Descargue una aplicación útil
Fuentes y referencias
- 1, 2 Why Indoor Air Quality is Important to Schools | Creating Healthy Indoor Air Quality in Schools | US EPA. (2016). Epa.gov. Retrieved 18 September 2016
- 3, 4 The Dirt On Dust. (2009). NPR.org. Retrieved 18 September 2016
- 5, 8 Worland, J. (2016). The Dust in Your Home May Be Filed With Hazardous Chemicals. TIME.com. Retrieved 18 September 2016
- 6 Phthalates. (2016). Fda.gov. Retrieved 18 September 2016
- 7 FACT SHEET on PHTHALATES. (2007). BREAST CANCER & THE ENVIRONMENT RESEARCH CENTERS
- 9 Breaking News, Analysis, Politics, Blogs, News Photos, Video, Tech Reviews - TIME.com. (2010). TIME.com.
- 10 Alzheimer's-linked nanoparticles, a. (2016). Alzheimer's-linked nanoparticles, found in pollution, are showing up in people's brains.
- 11 Maher, B., Ahmed, I., Karloukovski, V., MacLaren, D., Foulds, P., & Allsop, D. et al. (2016). Magnetite pollution nanoparticles in the human brain.
- 12 Alzheimer's-linked nanoparticles, a. (2016). Alzheimer's-linked nanoparticles, found in pollution, are showing up in people's brains.
- 13, 14 Skwarecki, B. (2016). Chemicals Linked to Health Hazards Are Common in Household Dust. Scientific American.
- 15 Not Just Dirt: Toxic Chemical in Indoor Dust. (2015). George Washington University. Retrieved 19 September 2016
- 16, 17 Barberán A, e. (2016). The ecology of microscopic life in household dust. - PubMed - NCBI. Ncbi.nlm.nih.gov. Retrieved 18 September 2016
- 18 Dirty Dozen Endocrine Disruptors. (2016). EWG. Retrieved 19 September 2016
- 19 Skin Deep Cosmetics Database | EWG. (2016). Ewg.org. Retrieved 19 September 2016
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