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El jefe nuclear de Rusia advirtió este martes que los seis reactores de una planta nuclear japonesa en crisis podrían fundirse si las autoridades no se apuran para enfriar las barras de combustible nuclear.

Japón lucha con un desastre nuclear luego de que la planta de energía nuclear de Fukushima dañada por un terremoto explotó en el peor accidente nuclear desde Chernóbil en 1986, en Ucrania soviética.

Sergei Kiriyenko, que está a cargo de la mayoría de las instalaciones nucleares de la ex Unión Soviética, dijo al jefe máximo de Rusia, el primer ministro Vladimir Putin, que bajo el peor de los casos los seis reactores podrían fundirse.
"Desgraciadamente los seis pueden ser una amenaza", dijo Kiriyenko, el jefe de Rosatom, a Putin en una reunión de emergencia en Novo-Ogaryovo, la residencia de Putin en las afueras de Moscú.

"Pero incluso si hay una fusión en los seis, esto igual no llevaría a una explosión nuclear", añadió.

Kiriyenko dijo que la información que Rusia estuvo recibiendo de Tokio fue en muchos casos parcial y retrasada pero que un grupo de expertos nucleares rusos trabajan en modelos para predecir el peor de los casos del desastre.

Kiriyenko dijo que el hecho de que las autoridades japonesas no vertieron agua en la piscina de combustible del reactor número 4 permitió un sobrecalentamiento que desencadenó un incendio.

"Los reactores número 5 y número 6 están cerca (...) la temperatura sube (...) y probablemente también en la piscina de combustible", agregó.

Kiriyenko dijo que hay poca posibilidad de una explosión con suficiente fuerza como para impulsar polvo radiactivo lo suficientemente alto como para representar un riesgo significativo para Rusia, incluso en casos de vientos fuertes en dirección al territorio ruso.