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© desconocidoEn 1986 fue Chernóbil. Hoy, Japón sufre el peor accidente nuclear de su historia.

Alexandre Borounov trabajó en la planta tras el accidente nuclear ocurrido en Ucrania en 1986 y sufrió una fuerte exposición a la radiación. En diálogo con Radio 2, consideró que el gobierno nipón oculta información sobre las consecuencias de las explosiones en Fukushima tras el tsunami, y advirtió que si continúan las fugas en la planta podrían extenderse enormemente . Recuerdos del mayor accidente nuclear de la historia: "Todos los días tomábamos un litro de vino para aislar la contaminación".

La gravísima situación que se vive hoy en Japón tras las explosiones de la central nuclear Fukushima ocurridas como consecuencia del terremoto del viernes pasado y sus réplicas fue comparada con el accidente nuclear sucedido en la central de Chernobil el 26 de abril de 1986. Un sobreviviente de este accidente nuclear, que muchos consideran el peor en la historia, habló con Radio 2 y alertó sobre la posibilidad de que la radiación se expanda al mundo entero a través del mar. Recuerdos de un hombre que logró vivir para contar.

Alexandre Boronouv tiene 59 años y actualmente vive en Moreno, Buenos Aires. Su acento raro delata un origen extranjero. Sí, nació en Japón y vivió en Ucrania donde en 1986 se desempeñó como "liquidador" tras el desastre nuclear de Chernobil. Su trabajo, como el de unos 600 mil hombres, era descontaminar las zonas circundantes al lugar del accidente y, en consecuencia, sufrió la exposición a altos índices de radioactividad. Pero sobrevivió.

En diálogo con el periodista Alberto Lotuf (A Diario, Radio 2), recordó: "Trabajábamos con maquinarias pesadas, diseñadas a control remoto, la electricidad no andaba bien así que trabajábamos a mano, sacábamos tierra contaminadam grafitos radiactivos y contruíamos sarcófagos", precisó y advirtió: "Por esos días no sabíamos qué pasaba, no nos dijeron nada. No teníamos trajes especiales".

El contacto con el material contaminado causó la muerte de muchos de sus compañeros. "Hubo mucho sufrimiento y de 19 que éramos en mi grupo, sobrevivió la mitad", contó. Hoy Alexandre padece las consecuencias de la radiación en su cuerpo: "A veces me siento bien, a veces no", sostuvo. "Tengo problemas de corazón y en las articulaciones pero estoy vivo", confió.

La mafia rusa lo obligó a radicarse en Argentina: "Era empresario y todos debíamos pagarles, yo no quise y tuve que salir del país", indicó. Desde entonces trabaja en consultoría para emigración. Aunque pasaron 25 años de la pesadilla, todavía puede sentir como pocos la cercanía del peligro que supone la liberación de la radiación.

"Es terrible lo que sucedió en Japón, son tres reactores que si siguen con fugas, se va a tener que preparar el mundo", dijo como quien enciende un alarma. "No sé quién decidió construir una estación nuclear en la costa, en el mar hay corrientes que podrían traer la contaminación hasta acá", sorprendió.

Para Borounov "lo peor que hacen en Japón es ocultar la información verdadera" y señaló que quienes hoy se desempeñan en Fukushima están en peligro: "La única protección que pueden tener es un traje de plomo que absorve neutrones pero pesa más de cien kilos, rompe la columna de cualquiera", advirtió.

Luego, a modo de consejo, trajo a la actualidad un recuerdo: "Si sufren de una reacción a la radiación hay que tomar vino tinto, un litro por día", recomendó. "Es el mejor remedio, ayuda a sacar lo que entró en el organismo. Está comprobado científicamente, nos daban eso en la planta además del hiodo". También promovió el uso de lentes negros.

Finalmente, aseguró que el gobienro de Japón estaba alertado del terremoto que el viernes pasado sacudió el país: "Lo que hoy pasa fue predecido hace 14 años atrás por científicos rusos que le entregaron esa información al gobierno japonés, pero no hubo caso", lamentó y cerró: "Podrían haber evitado este problema".