A finales del 2013, la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (HPV, por sus siglas en inglés) Gardasil, había generado que el gobierno de los Estados Unidos tuviera cerca de 30 000 informes de reacciones adversas, incluyendo 140 muertes.1

vacuna VPH
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Probablemente, esta es una grave subestimación, ya que, a pesar de que existe una ley federal aprobada desde 1986 (Ley Nacional de Lesiones Infantiles por Vacunas) que ordena que los médicos y otros proveedores de vacunas reporten los serios problemas de salud o muertes que ocurran después de la vacunación al Sistema Nacional Para Reportar Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés), no hay sanciones legales por no hacerlo.

Esto significa que los Estados Unidos utilizan un sistema de notificación pasiva, donde la gran mayoría de las reacciones a las vacunas nunca son informadas. Por ejemplo, cuando los médicos informan las reacciones causadas por la vacuna Gardasil, la mayoría de ellos no envían el informe a VAERS, sino que hacen los reportes directamente con Merck (el fabricante de la vacuna).2

Los problemas de salud asociados con la vacuna Gardasil incluyen los trastornos neurodegenerativos inflamatorios mediados por el sistema inmunológico, lo que sugiere que algo causa que el sistema inmunológico reaccione de manera destructiva—y a veces de forma fatal.

Recientemente, la experimentada periodista Katie Couric les otorgo un tiempo de emisión a dos madres cuyas hijas repentinamente presentaron un deterioró en su salud después de suministrárseles la vacuna de Gardasil, lo que provocó una inadecuada campaña de desprestigio en contra de ella.

Lo que debería haber hecho era fomentar aún más un debate abierto y honesto sobre la seguridad de esta vacuna, la cual parece ser sumamente cuestionable.

La verdad es que, cada vez se acumula una mayor cantidad de documentación médica que demuestra que la vacuna contra el VPH está relacionada con trastornos nerviosos y del sistema inmunológico, que se presentan en algunas mujeres y jovencitas.

Si es un padre o una persona joven que fue alentada a suministrarle esta vacuna a su hijo o a recibirla, merece saber lo que en realidad demuestra la investigación.

Dos estudios vinculan a la vacuna contra el VPH a trastornos del sistema nervioso e inmunológico

En un reciente estudio de caso publicado en la revista Journal of Investigative Medicine,3 los investigadores describieron el caso de una niña de 14 años de edad que desarrolló el síndrome de taquicardia postural ortostática (POTS) con fatiga crónica, dos meses después de recibir la vacuna de Gardasil.

POTS es un trastorno del sistema nervioso autónomo, que controla las funciones de su cuerpo, como la frecuencia cardíaca, equilibrio, digestión, control de la vejiga y el sueño.

Si bien esto es inusual, la incidencia de POTS parece ser cada vez mayor, y la evidencia que ha surgido sugiere que podría ser un desorden autoinmunológico, en el cual su sistema inmune ataca equivocadamente a su propio cuerpo. Según informó GreenMedInfo:4
"La inmunización es considerada un posible proceso para que ocurra esta patogénesis, a través de algo llamado "mimetismo molecular"--donde los anticuerpos contra los componentes de la vacuna tienen 'reacciones cruzadas' con las proteínas innatas del cuerpo".
Además, los autores del estudio sugirieron que, en este caso, POTS cumplía los criterios de una enfermedad conocida como síndrome autoinmunológico/autoinflamatorio inducido por adyuvantes (ASIA). ASIA fue identificada por primera vez en 2011, y ha evidenciado como los mecanismos subyacentes de las vacunas--y particularmente sus adyuvantes (como el aluminio)--podrían provocar la enfermedad.

En la revista Journal of Autoimmunology,5 el Dr. Yehuda Schoenfeld describió los criterios del diagnóstico de Asia, que incluyen "debilidad, ansiedad, erupciones cutáneas, fatiga crónica, trastornos del sueño, y la aparición de una serie de enfermedades autoinmunes desde lupus eritematoso sistémico hasta artritis reumatoide--a veces años después de la reacción inicial".6

En el estudio de caso, la niña experimentó muchos de estos síntomas después de recibir la vacuna, y una evaluación psiquiátrica descartó la posibilidad de que fueran psicógenicas. Estas incluyeron síntomas tales como:
  • Cefaleas persistentes
  • Mareo
  • Desvanecimiento recurrente
  • Dolor muscular
  • Entumecimiento
  • Mayor frecuencia cardíaca
  • Falta de aliento
  • Alteraciones visuales
  • Miedo a los sonidos fuertes
  • Deterioro cognitivo
  • Insomnio
  • Trastornos gastrointestinales
  • Pérdida de peso
En el Sistema Nacional Para Reportar Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS) se informó que POTS tenía una incidencia en solo el 0.07 % de los casos, pero sus síntomas aparecen en hasta un 16 % de los casos (y es hasta cinco veces más frecuente, en relación con Gardasil, en comparación con otras vacunas), lo que sugiere que es muy poco reportado.7

6 Informes adicionales de mujeres jóvenes que desarrollaron POTS después de recibir la vacuna de Gardasil

El segundo estudio, que fue publicado en la revista European Journal of Neurology,8 describió a seis pacientes que desarrollaron POTS, de seis días a dos meses después de recibir la vacuna contra el VPH. Entre ellas estaban:
  • Una mujer atlética de 20 años de edad, quien experimentó una pérdida de peso, mareos, fatiga, náuseas, rápida frecuencia cardíaca e intolerancia al ejercicio, dos semanas después de la primera dosis de la vacuna contra el VPH.
  • Una mujer de 22 años de edad, previamente sana, quien experimentó una repentina diarrea, náuseas y pérdida de peso, aproximadamente dos meses después de recibir su tercera vacuna contra el VPH.
  • Una niña de 12 años de edad, anteriormente sana, quien comenzó a experimentar una pérdida de conciencia episódica, dificultad para respirar y rápida frecuencia cardíaca, seis días después de su segunda dosis de la vacuna contra el VPH. Sus síntomas mejoraron y luego volvieron a aparecer tres semanas después de su tercera dosis de la misma vacuna.
  • Una niña de 15 años, quien empezó a experimentar principios de mareos y cefaleas, cuatro semanas después de su primera dosis de la vacuna contra el VPH, que evolucionó a mareos, temblores, contracciones musculares y debilidad, en un plazo de dos meses.
  • Una niña de 14 años, quien experimentó los síntomas de entumecimiento, hormigueo, fatiga, cefaleas, náuseas y pérdida de peso, que iniciaron cinco días después de su primera dosis de la vacuna contra el VPH.
  • Una mujer de 18 años, quien desarrolló hormigueo y entumecimiento, tres semanas después de su primera vacuna de Gardasil, y posteriormente dolor de espalda, rigidez en el cuello, fatiga, mareos, incontinencia urinaria y visión borrosa, en los siguientes tres meses.
De acuerdo con los investigadores:
"Una cuestión fundamental para controlar rápida y eficazmente a esta enfermedad, es tener un diagnóstico correcto de POTS y estar conscientes de que este podría manifestarse después de suministrar las vacunas a mujeres jóvenes".
Desafortunadamente, a menudo, se utiliza al intervalo de solo seis semanas como evidencia de una asociación causal, mientras que muchos de los síntomas que experimentan las mujeres no ocurren durante meses.

Esto podría hacer que los funcionarios de salud y fabricantes de vacunas hagan pasar fácilmente los síntomas como una coincidencia, o que únicamente hayan aparecido debido a otra causa, a pesar de que hay investigaciones que demuestran que es posible que las reacciones adversas posteriores a la vacunación que involucran al sistema inmunológico no aparezcan durante los meses o años siguientes a la inmunización.9

Las muertes ocasionadas por Gardasil confirman la presencia de fragmentos de ADN de VPH

A principios de este año, un científico de laboratorio, quien descubrió fragmentos de ADN de VPH en la sangre de una adolescente que murió después de recibir la vacuna Gardasil, publicó un informe de caso en la revista--revisada por pares--Advances in Bioscience and Biotechnology.10

La adolescente, que anteriormente era sana, murió mientras dormía seis meses después de recibir su tercera y última dosis de la vacuna contra el VPH. La autopsia completa no reveló ninguna causa de muerte.

Sin Hang Lee del Laboratorio Molecular Milford en Connecticut, confirmó la presencia de ADN del gen L1 del HPV-16 en el tejido post mortem de la sangre y el bazo de la niña. Estos fragmentos de ADN también fueron encontrados en la vacuna.

Los fragmentos fueron protegidos de la degradación al unirse firmemente al adyuvante con partículas de aluminio utilizado en la vacuna. "Aún no está claro el valor de estos fragmentos de ADN de VPH, provenientes de una vacuna, encontrados en muestras postmortem, lo que justifica que se realicen nuevas investigaciones", escribió.

Lee sugirió que la presencia de fragmentos de ADN de VPH, provenientes de vacunas, podría ofrecer una explicación plausible de la alta inmunogenicidad de la vacuna de Gardasil, lo que significa que esta última tiene la capacidad de provocar una respuesta inmunológica exagerada.

Señala que la tasa de anafilaxia en las niñas que reciben Gardasil es superior a la normal--según se informó, fue de 5 a 20 veces superior, en comparación con otras vacunas comunes.

La eficacia de la vacuna contra el VPH no está comprobada

Tenga en consideración que, en el mejor de los casos, los riesgos realmente verdaderos de la vacunación contra el VPH solamente vienen acompañados de un beneficio muy dudoso.

En 2012, un análisis sistemático de los previos y posteriores ensayos a la autorización de la vacuna contra el VPH, realizados por investigadores de la Universidad de Columbia Británica, mostraron que la efectividad de la vacuna no solo era exagerada (a través del uso de información selectiva o "cuidadosamente seleccionada" reportada) sino que "no estaba comprobada".

Los autores lo indican muy claramente en el resumen del análisis del ensayo clínico:11
"Hemos realizado un análisis sistemático de la vacuna contra el VPH, de forma anterior y posterior a los ensayos para obtener la licencia, para evaluar la evidencia de su eficacia y seguridad.

Nos encontramos que el diseño de los ensayos clínicos de la vacuna contra el VPH, así como la interpretación de datos de sus resultados de eficacia y seguridad, fueron sumamente inadecuados.

Además, observamos evidencia de informes selectivos de los resultados de los ensayos clínicos (es decir, que hubo una exclusión de las cifras de eficacia de la vacuna, relacionada con el estudio de subgrupos, en los que la eficacia podría ser inferior o incluso negativa en las publicaciones revisadas por pares).

Considerando lo anterior, el optimismo generalizado con respecto a las vacunas contra el VPH a largo plazo parece basarse en una serie de suposiciones no comprobadas (o que están en desacuerdo con la evidencia resultante de los hechos), así como una interpretación significativamente errónea de los datos disponibles.

Por ejemplo, se afirma que la vacuna contra el VPH se traducirá en aproximadamente una incidencia 70% menor de cáncer cervico-uterino, a pesar del hecho de que, hasta la fecha, los datos de los ensayos clínicos no han demostrado que las vacunas realmente hayan impedido un solo caso de cáncer cervico-uterino (ni muchos menos la muerte causada por este tipo de cáncer), ni que las actuales extrapolaciones, basadas en indicadores sustitutivos demasiado optimistas, estén justificadas.

Del mismo modo, la noción de que las vacunas contra el VPH tienen un impresionante perfil de seguridad, solamente es sustentado por los ensayos de seguridad que fueron diseñados de una forma sumamente deficiente, y es contraria a una gran cantidad de evidencia que se encuentra en las bases de datos de vigilancia de seguridad de las vacunas, y que proviene de los informes de casos que continúan vinculando a la vacuna contra el VPH a los graves resultados adversos (incluyendo la muerte y las discapacidades permanentes).

Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que tener una menor incidencia adicional de cáncer cervico-uterino podría lograrse mejor a través de optimizar la detección cervical (que no conlleva ningún tipo de riesgos) y enfocarse en otros factores de la enfermedad, en vez de depender de vacunas que tienen un perfil de eficacia y seguridad cuestionable". [Subrayado propio]
Enseñe a sus hijos a informarse, e indique a sus hijas realizarse el Papanicolaou

Las autoridades sanitarias informan que alrededor de 79 millones de habitantes en los Estados Unidos padecen el virus de VPH transmitido sexualmente, y 14 millones son infectados cada año.12 De manera superficial, esto podría hacer que los padres se apresuraran a vacunar a sus hijos, pero suena mucho más aterrador de lo que realmente es.

Ahora, Gardasil es recomendado como una vacuna de rutina para las jóvenes y mujeres de los Estados Unidos, que encuentran entre las edades de 9 y 26 años, e incluso los niños varones que se encuentran entre las edades de 11 y 21 años; esta vacuna es recomendada para obtener una protección parcial contra las verrugas genitales y cáncer de pene y colon.

Con el fin de disminuir la transmisión de VPH en las niñas, y de esta manera, prevenir las muertes ocasionadas por cáncer cervico-uterino (lo cual es altamente cuestionable, como se ha señalado anteriormente).

Sin embargo, todo esto es sumamente cuestionable, si tenemos en cuenta el hecho de que la mayoría de las infecciones ocasionadas por VPH no ocasionan cáncer; y en cambio, se resuelven por sí solas en dos años.

¡No es necesario realizar un tratamiento, y a menudo, en el 90 %, o más, de los casos de infección por VPH no se presenta ningún efecto adverso para la salud! Del mismo modo, el cáncer cervico-uterino representa menos del 1 % de todas las muertes causadas por cáncer, mientras que el cáncer anal ocasiona aproximadamente 300 muertes anuales.

Por lo tanto, ciertamente, esta vacuna no está dirigida para abordar ninguna importante amenaza para la salud pública, no importa la forma en que lo mire.

Si es padre, es importante que eduque a sus hijos preadolescentes y adolescentes, para que estén enterados de que los riesgos de contraer o transmitir la infección de VPH podrían ser disminuidos significativamente--si no, prácticamente eliminados--al elegir la abstinencia o utilizar preservativos.

Además, incluso si son vacunados, aun así se recomienda que las jóvenes y mujeres se realicen un papanicolau cada pocos años, para detectar cualquier cambio cervical que posiblemente indique lesiones precancerígenas, porque hay poca garantía de que Gardasil o Cervarix (otra vacuna contra el HPV) prevengan una infección por HPV o cervical, así como otros tipos de cáncer.

La prueba de rutina de frotis de Papanicolaou es una estrategia mucho más racional, menos costosa, y menos peligrosa para prevenir el cáncer cervico-uterino, ya que puede identificar una infección crónica por VPH y proporcionar una mayor protección contra el desarrollo de cáncer cervical, que depender de las vacunas contra el VPH.

Desde que la prueba de papanicolau se convirtió en una parte rutinaria de la atención de la salud de la mujer, en los años '60s--ya que podría detectar lesiones precancerígenas--los casos de cáncer cervico-uterino han disminuido más del 70 % en los Estados Unidos.

Los factores de riesgo que aumentan sus probabilidades de desarrollar una crónica infección causada por VPH, incluyen:
  • Fumar
  • Tener una coinfección con herpes, clamidia o Virus de Inmunodeficiencia Humana (HIV, por sus siglas en inglés)
  • Tener múltiples parejas sexuales
  • Tener una inmunidad comprometida
  • Utilizar de forma prolongada anticonceptivos hormonales
La mayoría de estos son factores de riesgo modificables, y podría estimular la salud de su sistema inmunológico, así como ayudar a reducir su riesgo de contraer o tener complicaciones ocasionadas por infecciones, al seguir mi plan de nutrición.


Comentario: Con respecto a fumar, le recomendamos ver el siguiente vídeo: ¡Vamos todos a encenderlo! Lo que usted no sabe acerca del tabaco



Su derecho a tener un consentimiento informado está siendo atacado

No podría enfatizar suficientemente lo crucial que es involucrarse y defender su derecho humano y fundamental de ejercer un consentimiento informado para tomar riesgos médicos, así como su derecho legal a obtener exenciones de vacunas no médicas.

Esto no significa que, si decide que desea vacunarse o suministrar una o más vacunas a su hijo, tiene que optar por no recibir todas las vacunas. El punto es que, todos debemos tener el derecho de evaluar los posibles beneficios y riesgos reales de los productos farmacéuticos--incluyendo a las vacunas--y optar por no recibir cualquier vacuna o medicamento que decida que es innecesario o no, en beneficio de su salud o la salud de sus hijos.

Aunque parezca "anticuado", las únicas acciones verdaderamente eficaces que puede tomar para proteger su derecho al consentimiento informado para la vacunación y obtener legalmente exenciones de vacunas, es al involucrarse directamente con sus legisladores estatales y líderes de su comunidad.

Las recomendaciones de uso de las vacunas se elaboran a nivel federal, pero las leyes de vacunación se hacen a nivel estatal, y sus acciones para proteger su elección para la vacunación podría tener un mayor impacto a nivel estatal.

Inscribirse en el Portal para la Defensa del Centro Nacional de Información sobre Vacunas de su sitio web gratuito www.NVICAdvocacy.org no solo le dará acceso fácil e inmediato a sus legisladores estatales--para que pueda convertirse en un eficaz defensor de la elección para la vacunación en su propia comunidad—sino que cuando los problemas de vacunación surjan a nivel estatal y nacional, tendrá al alcance de su mano la información actualizada y la solicitud de los elementos de acción que necesita, para asegurarse de que su voz sea escuchada.

Así que por favor, como primer paso, inscríbase en el Portal de NVIC Advocacy.

Fuentes y referencias