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Minúsculas partículas radiactivas fueron se han detectado en Islandia, y podrían proceder de la central nuclear de Fukushima en Japón, que fue averiada luego de terremoto y tsunami que sufrió el país asiático.

Pero las fuentes han aclarado que estos pequeños restos de yodo, que han sido detectados por una red de estaciones de observación internacionales y han atravesado el océano Pacífico y llegado al Atlántico a través de Norteamérica, son demasiado insignificantes para causar perjuicios en la salud de las personas.

La Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés), un organismo de la ONU con sede en Viena que advierte de los casos de incumplimiento de este tratado, tiene 63 estaciones en todo el mundo para observar esas partículas, una de las cuales está en Reikiavik.

Estas estaciones pueden recoger cantidades muy pequeñas de partículas radiactivas, en este caso isótopos de yodo. "Detectan cantidades extremadamente pequeñas", ha explicado un diplomático que trabaja en Viena, que ha añadido que estas partículas que se han hallado no suponen "ningún riesgo para la salud".

Otra fuente ha indicado ha dicho que varias estaciones de la CTBTO han encontrado partículas que se cree que proceden de Fukushima-1, que emitió radiación en los días posteriores al terremoto y el tsunami. "Raikiavik es la primera en Europa", ha agregado.