Las lluvias intensas que afectaron en las últimas horas (sobre todo el lunes) a varias ciudades del país, como Salinas, Quito, Quevedo y Guayaquil, se han dado por tres sistemas atmosféricos, según los expertos.
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© El UniversoLa Segunda avenida de Salinas fue una de las calles que con las lluvias se anegó el lunes.
El primero es el llamado zona de convergencia intertropical. Se trata de una franja de bajas presiones o de zonas con nubes de mal tiempo, que se encuentran cerca de Ecuador y que en meses anteriores estaban en Centroamérica, indica Vladimir Arreaga, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).

En estos meses, este sistema tiende a desplazarse cerca del Ecuador. Adicional, la circulación del viento ayuda con la presencia de lluvias de intensidad moderada a fuerte, más en el Litoral, dice el técnico.

El segundo sistema atmosférico es el de las perturbaciones que se generan en la cuenca de la Amazonía, en Brasil. "Al tener mucha vegetación concentra mucha humedad. Las zonas son muy inestables y hay formación de nubes de mal tiempo y por circulación del viento estas se trasladan hacia nuestro país, ingresando primero por la región Oriental, para luego trasladarse al callejón Interandino e interior del Litoral ecuatoriano", explica Arreaga.

El tercer factor es un calentamiento de la superficie del mar frente a las costas de Ecuador, que los expertos han evidenciado en estos días. Esto ha ayudado a atraer a las nubes de mal tiempo. El resultado: lluvias de intensidad moderada a fuerte en el perfil costanero, según el experto del Inamhi.

Por ello, los promedios de precipitaciones previstas para la mayor parte del país han superado los pronósticos calculados por el Inamhi para el mes de enero que finalizó.

Así, por ejemplo, en Salinas (provincia de Santa Elena), el promedio previsto para enero era de 24 milímetros, pero aumentó el 533% y llegó a 127,9 milímetros de precipitación. Esto es cinco veces más de lo calculado, dice Arreaga.

Solo en las 24 horas del lunes último se registraron precipitaciones casi tres veces más de lo previsto en enero. Ese día cayeron 61 milímetros de lluvia.

Un milímetro de precipitación equivale a un litro de agua por metro cuadrado, especifica el técnico del Inamhi.

Guayaquil cerró enero con 305,3 milímetros de lluvia, cuando lo previsto eran 200,7 milímetros, un 152% más.

En la Perla del Pacífico, el día que más llovió en enero fue el domingo 8. Ahí el Inamhi registró 106 milímetros de lluvia, que es igual a 106 litros de agua por cada metro cuadrado.

Para Quito, la entidad había previsto 80,9 milímetros de precipitación para enero, pero cayeron 198 milímetros de lluvia, un 245% más.

En la Amazonía ecuatoriana, donde hay lluvias de gran intensidad, Pastaza fue la más afectada en lo que va del año. Aquí se esperaba un promedio de 415 milímetros de lluvias para enero, pero cayeron 700,4 milímetros, un 269% más. Es decir, llovió 700,4 litros de agua por cada metro cuadrado.

El técnico del Inamhi descarta que las recientes lluvias sean por la posibilidad del fenómeno de El Niño o de La Niña.
"Para El Niño se necesita una temperatura cálida en el Pacífico central, por un largo periodo. Las temperaturas del Pacífico central se encuentran por debajo de los promedios normales, pese a que en la última semana se ha evidenciado un calentamiento frente a las costas de Ecuador", dice Arreaga.
Agrega que La Niña, en cambio, se caracteriza por temperaturas muy frías y por la ausencia de precipitaciones en gran parte del Litoral nacional.

Según los comportamientos del clima de los últimos 30 años, febrero y marzo son los meses cuando llueve con mayor intensidad en el Litoral, mientras que en la Sierra, el pico de lluvias es en abril.