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Un proceso muy peculiar se celebrará en un tribunal estadounidense. La sospechosa es una anciana de 92 años, que presuntamente abrió fuego contra la casa de su vecino porque éste se había negado a besarla. Él mismo declara que una bala pasó tan cerca de su cabeza, que permanece con vida sólo por algunos centímetros.

El hombre, Dwight Bettner, de 53 años de edad, se mudó al barrio hace medio año y la anciana, Helen Staudinger, quedó prendada por él. "Yo le sacaba la basura, son cosas habituales entre vecinos", comenta Bettner. "Creo que lo entendió como algo más".

El hombre recuerda, que hace cierto tiempo, antes de usar su pistola semiautomática, la mujer amenazó con matarle al oír que tenía novia.

Finalmente, esta semana Staudinger fue a la casa de Bettner y se negó a salir sin recibir antes un beso. Cuando él declinó la oferta en repetidas ocasiones, ella volvió a su casa, sacó la pistola y disparó hacia la habitación del vecino. Una de las balas atravesó una ventana. La mujer aseguró que apuntaba al coche, al que "él quería tanto".

Ahora Bettner piensa en mudarse una vez más. "No quiero tener este estrés", dice. "Pensé que cosas así sólo sucedían entre la gente más joven".