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Viernes de oración y el mundo árabe volvió a manifestarse a la salida de las mezquitas. Y ya van tres meses. En Yemen se pudo ver cómo oficiales del Ejército desertaban y eran aupados por los manifestantes que insisten en que el presidente Ali Abdalá Saleh dimita. En Jordania se produjeron un muerto y más de un centenar de heridos tras los enfrentamientos entre leales de la Monarquía jordana y detractores. Dos países que siguen la senda de Libia y Siria en este imparable efecto dominó de la denominada «Primavera Árabe».



Una semana después de que medio centenar de personas murieran al ser tiroteadas en una protesta junto a la Universidad de Saná - capital yemení - , miles de ciudadanos volvieron a reunirse ayer en el mismo lugar para exigir la renuncia del presidente Saleh, informa Efe.

A pesar de verse debilitado por esa matanza, que ha llevado a altos cargos del Ejército a unirse a los manifestantes, Saleh se presentó en otra plaza de la capital yemení para llamar a sus seguidores a «resistir todos los desafíos». «Tenéis que garantizar la seguridad de Yemen y su estabilidad» para evitar «el caos y el derramamiento de sangre», manifestó el gobernante, en el poder desde 1990.

Yemen se encuentra bajo estado de emergencia desde la matanza del viernes 18, el hecho más grave registrado en el país desde que estallaron las protestas políticas contra el régimen de Saleh, en enero pasado.

Las autoridades han negado que estuvieran implicadas en la matanza, aunque Amnistía Internacional instó al Gobierno a impedir que sus fuerzas de seguridad recurran a armas letales. «Después de la horrible matanza de docenas de manifestantes el viernes pasado, es muy inquietante que los dirigentes yemeníes hayan dado a las fuerzas de seguridad mayores poderes con la nueva ley de emergencia en lugar de frenarlas», indicó AI en un comunicado.

Según la ONG fueron al menos 52 personas las que murieron en las manifestaciones del viernes pasado en la capital yemení como consecuencia de la acción combinada de francotiradores apostados en los tejados y las fuerzas de seguridad en la calle.
Cerca del Ministerio

En Jordania, una persona resultó muerta y más de un centenar de personas resultaron heridas en los choques entre opositores y leales a la monarquía jordana en la plaza Gamal Abdul Nasser, cerca del Ministerio de Interior de la capital, Ammán, informa Afp. Manifestantes de toda índole - islamistas, progresistas y liberales - llevan varias semanas protagonizando protestas y sentadas exigiendo una monarquía constitucional.

Así, alrededor de 200 seguidores de la monarquía del rey Abdalá se aproximaron al punto donde acampaban los manifestantes, entre los que domina el grupo Jóvenes del 24 de marzo. Las fuerzas de seguridad han intervenido para establecer una valla de separación entre los dos bandos, acción que no ha impedido el lanzamiento de piedra de los leales al régimen hacia los acampados en la plaza. Ante los choques de unos y otros, los antidisturbios jordanos han respondido con cañones de agua.