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Los pacientes infectados por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) envejecen entre 10 y 15 años más rápido que la población sana debido a varios factores, como los efectos secundarios de los fármacos que se utilizan y los residuos del propio virus.

La aceleración del proceso fisiológico normal del sistema de envejecimiento de las personas seropositivas es uno de los temas 'calientes' que estudian los especialistas en sida, ha explicado el doctor Josep Maria Gatell, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas y Sida del Hospital Clínico de Barcelona. Gatell, junto con la doctora Laura Waters, del Royal Sussex County Hospital en Brighton (Reino Unido), y el doctor Xavier Forns, médico consultor de Hepatología del Hospital Clínic, han presentado la XVI edición del Simposio Internacional de Sida, que se celebrará mañana en Castelldefels (Barcelona).

Según Gatell, el tratamiento antirretroviral normaliza mucho la infección en los pacientes con sida pero se debe analizar toda la vida del paciente, ya que los enfermos conforman una población que va envejeciendo y lo hace "con mayor rapidez que la que indica su DNI", ha precisado.

"Como consecuencia, presentan con más rapidez y mayor frecuencia complicaciones asociadas a la edad", como problemas cardiovasculares -infartos o ictus-, algunas variedades de cáncer o cierto deterioro neuro-cognitivo.

Por lo que se refiere al tratamiento de la infección, actualmente la terapia antirretroviral es cada vez más sencilla y mejor tolerada, ha añadido el especialista, aunque ha indicado que debe ser de por vida, lo que supone un gasto de entre 7.000 y 8.000 euros anuales.

Preguntado por si la crisis económica afectará a la continuidad de estos caros tratamientos, el experto médico ha considerado que "probablemente, nos pedirán que extrememos al máximo el coste-eficiencia", que será posible gracias a la veintena de fármacos existentes en el mercado para tratar el sida.
El problema de la coinfección

Además del envejecimiento prematuro de los infectados por VIH, el encuentro también abordará cómo tratar a los pacientes que, además, también padecen hepatitis C, una situación que viven entre un 30% y un 40% de los pacientes con sida en España.

El doctor Xavier Forn ha explicado que en pocos meses se dispondrá de medicamentos capaces de inhibir directamente el ciclo vital de la hepatitis C, y que, asociados al tratamiento estándar para el tratamiento de la enfermedad, es previsible que se incremente de forma muy significativa la tasa de curación.

Hasta ahora, los tratamientos existentes conseguían curar entre un 40 y un 50% de los enfermos con hepatitis C, una tasa que se espera incrementar en algunos virus específicos de esta enfermedad y en personas que no han sido tratadas con anterioridad.

Gatell ha apuntado que "el paciente con VIH y hepatitis C se encuentra con dos problemas que se potencian uno al otro, por lo que hay que procurar manejar en paralelo y simultáneamente las dos enfermedades".

Los nuevos fármacos para luchar contra la hepatitis C supondrán un coste añadido de entre 6.000 y 8.000 euros anuales aunque en este caso Forns ha precisado que "se ha avanzado mucho en la previsión de la respuesta de los pacientes y en 12 semanas se podrá valorar si la enfermedad va en la vía de la curación".

En España, se calcula que hay unas 130.000 personas infectadas por VIH, de las que el 30% no sabe que lo están por lo que tienen más posibilidades de transmitir el virus a otras personas.

Esta proporción es aún mayor en los antiguos países de la Europa del Este, donde dos de cada tres personas infectada no lo sabe, con lo que ni se medica ni toma las precauciones necesarias para evitar nuevas transmisiones. Esta bolsa de personas no conocedoras de su enfermedad son las responsables de la transmisión de hasta un 70% de los nuevos casos, por lo que existen razones de salud pública para incrementar las pruebas de diagnóstico, como se hace en el Reino Unido cuando se produce un accidente de tráfico.