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Dos de los más poderosos jefes de la mafia de Estados Unidos, Meyer Lansky y Santo Trafficante, poseían inversiones en El Salvador en 1973, según informes secretos revelados hoy. Los dos criminales querían instalar casinos en el país, según los documentos de la Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), en poder del diario El Mundo.

De acuerdo con las revelaciones, en esas actividades de la mafia estaban involucrados contrarrevolucionarios de origen cubano radicados en el estado de Florida. Trafficante fue uno de los últimos jefes de la mafia de Estados Unidos, la que controlaba en Florida y era el mafioso más poderoso de la era del general Fulgencio Batista en Cuba, apunta.

Lansky fue, junto a "Lucky Luciano", uno de los principales referentes del crimen organizado durante el siglo XX y creó la mayor parte del sistema financiero de lavado de dinero de la mafia, precisa. El periódico cita un despacho enviado desde San Salvador, en noviembre de 1973, por la jefa de la oficina de la CIA sobre las actividades de los mafiosos.

En el texto se asegura que Dino Cellini, a quien califican como una figura de la mafia y socio en negocios de Lansky, promovía la instalación de casinos en El Salvador. Igualmente se informa a la sede hemisférica de la CIA que Cellini, en asociación con un miembro de una reconocida familia salvadoreña, ya poseía empresas aquí, sobre todo en el mundo de las agencias de viajes.

El informe, que se encuentra desclasificado, menciona las actividades en El Salvador de otros personajes anticubanos vinculados a Juanito Romanacci, relacionado con Trafficante, el hombre que manejaba la mafia de Florida.Trafficante, hijo de padres sicilianos, fue vinculado por algunos investigadores con el asesinato del expresidente estadounidense John F. Kennedy.

En esa conspiración, que no ha sido comprobada, también se involucró al jefe mafioso de Chicago, Sam Giancana, añade el periódico.
La información de la CIA, firmada por Marilyn Dakoski, menciona que en El Salvador hay personajes conectados con Manuel Robez, un concejal, en esa época, de la ciudad de Miami, a quien vinculaban con la mafia estadounidense.

El diario señala que las pretensiones de establecer casinos en El Salvador no prosperaron en aquella época, aunque los negocios de los mafiosos no se extinguieron.En las actividades participaban cubanos que también se relacionaban con personajes locales y con los jefes de la mafia de Florida, sostiene El Mundo.