Este estado anímico debe saber controlarse pues además de patologías cardiovasculares y diabetes, también puede desencadenar problemas dermatológicos.

estres en la piel
Acné, psoriasis, vitiligo, alopecia y dermatitis atópica son algunas enfermedades que puede experimentar la persona ante fenómenos de estrés.

La especialista en dermatología, María Alejandra Rodríguez, explica que desde el útero materno, el sistema nervioso y la piel se desarrollan en una misma capa llamada ectodermis, esto hace que compartan neurotransmisores y ante un episodio de estrés, la piel es la que resulta más afectada. "Además de generar una enfermedad, puede empeorar una ya existente", resalta la doctora.

En esto coincide el dermatólogo Edgar La Rotta quien asevera que en una tercera parte de los pacientes con problemas de la piel, el estrés forma parte de los desencadenantes.

"Por lo general, es un agravante de la patología o un factor de riesgo que altera la calidad de vida del paciente", precisa el especialista.

En este proceso se ven involucrados el sistema nervioso, el inmunológico y el endógeno.

La Rotta afirma que el sistema nervioso capta a través de estímulos unos receptores de la piel; el cerebro detecta esas sensaciones y envía una respuesta de adaptación por lo que se liberan unos químicos.

Así mismo, hacer cambios en el estilo de vida es esencial para evitar o superar estos problemas de la piel.

Ambos expertos indican que el uso de fármacos no es suficiente para tratar las enfermedades dermatológicas producidas por el estrés.

Hacer yoga, caminar, trotar o practicar alguna disciplina o hobby que ayude al paciente a salir de la rutina y a relajarse, resulta beneficioso para todo el organismo, en especial para la piel. "Es un órgano sensorial y por eso sufre las mayores consecuencias", comenta el doctor La Rotta.

Rodríguez añade que el manejo de esta situación debe ser multidisciplinario para una mayor eficacia.

Además de la ayuda de un especialista en dermatología, un psicólogo o psiquiatra debe intervenir durante el tratamiento sin importar el tipo de patología que la persona tenga.
"El paciente debe aprender a manejar el estrés. Eso es lo primero que debe tener en cuenta. Pero si no sabe y la enfermedad se agrava tiene que acudir a tratamientos más fuertes", subraya Rodríguez.
Antihistamínicos y cremas hidratantes es lo más recomendable. Sin embargo, un especialista es la persona más indicada para recetar los medicamentos que dependerán del tipo de patología que se tenga.

"Es importante no agredir la piel. Se tienen que usar jabones suaves para que la piel no se irrite", destaca la doctora.

Para la dermatitis atópica la experta recomienda emplear esteroides en crema pero asegura que no en todos los casos causa el mismo efecto.

La picazón es el primer síntoma que las personas experimentan y aunque sea desesperante, es vital no rascarse pues eso puede generar ronchas o enrojecimiento.
"Es un círculo vicioso porque cuando la persona se rasca, se liberan transmisores, es decir, células que emanan sustancias inflamatorias y por eso la piel se pone roja y la picazón se esparce", comenta la doctora.