Un científico del Lejano Oriente de Rusia presentó una nueva teoría acerca de las experiencias cercanas a la muerte.

Durante su intervención en el encuentro científico internacional 'Neurofilosofía', celebrado en la Universidad Estatal de Moscú, Yuri Serdiukov, de la Universidad Estatal de Transporte Ferroviario de la ciudad de Jabárovsk, presentó un nuevo concepto sobre la formación de la realidad subjetiva en estados de muerte clínica. Serdiukov también trató de explicar científicamente por qué algunas personas en su lecho de muerte tienen visiones sobre el cielo o el infierno.
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De acuerdo con el investigador ruso, en el estado de muerte clínica —pese a que se detienen la respiración y el riego sanguíneo— el cerebro humano continúa vivo, y la muerte de este órgano vital se produce de forma gradual.

Anteriormente, se creía que las células del cerebro humano empezaban a destruirse cinco minutos después de que se produjera un paro cardíaco. Sin embargo, el médico de emergencias británico Sam Parnia afirmó en sus libros que, en algunos casos, todavía es posible reanimar a una persona hasta 72 horas después de su muerte, aunque es un proceso demasiado complejo y caro.

Además de esto, Serdiukov citó el libro 'La vida después de la muerte', del psiquiatra ruso Lev Litvak, publicado en 2007 y dedicado a la experiencia cercana a la muerte de este médico, que estuvo en coma durante 26 días. En su trabajo, el profesor dividió su experiencia en cuatro etapas: llamó a la primera etapa 'la oscuridad', a la segunda 'depresión vital', a la tercera 'la euforia' y a la cuarta 'salida del estado terminal'. En su conjunto, el psiquiatra calificó la experiencia como un "proceso psicopatológico".

Según comentó Serdiukov, el llamado 'estado terminal', descrito por Litvak, conlleva la pérdida de la capacidad de pensamiento lógico y verbal. De este modo, la realidad subjetiva se convierte en una fuente de visiones, el contenido de las cuales está condicionado por tres fuentes. La primera es toda la vida de la persona, empezando por el periodo en el útero materno, durante el cual se forma la capacidad de percibir sonidos. La segunda son las estructuras innatas de la personalidad de un ser humano. En tercer lugar, también influyen algunas estructuras cerebrales que se activan en una situación de estrés, como la muerte clínica.

De acuerdo con la revolucionaria teoría del investigador ruso, todas las personas influyen en el contenido de sus propias visiones, percibidas en un estado de muerte clínica.

Por ello, defendió la necesidad de formarse una percepción más positiva de la realidad para que quede "estampada" en el cerebro de manera indeleble.


Comentario: Y también de buscar el conocimiento más objetivo posible que lo que puede yacer mas allá de una muerte clínica. De esta manera nuestros conceptos y creencias no se van a oponer a la experiencia de dicha realidad.


Según indicó Serdiukov, las personas optimistas no corren el riesgo de tener visiones deprimentes como la arquetípica visión del infierno. En lugar de ello, las personas con una actitud positiva tendrán más posibilidades de tener visiones alegres y coloridas, que solemos relacionar con el concepto de paraíso.

De acuerdo con el científico ruso, las visiones suelen durar de forma indefinida debido a la ausencia de reguladores naturales del tiempo, como la luz solar o el latido del corazón. Sin embargo, en realidad, suelen durar poco, por lo cual la vida de una persona, en su lecho de muerte, es percibida como una visión breve.