¡Ah, que algún Poder nos diera el don
de vernos como otros nos ven!
Nos libraría de muchos errores,
y de muchas nociones absurdas:
¡Qué aires en vestimenta y andar nos daría,
e incluso devoción!
"A un piojo, al verlo en el sombrero de una dama en misa" por Robert Burns
jamon iberico
© CC BY-SA 3.0Jamón ibérico: se come desde tiempos inmemorables sin efecto dañino alguno.
En los últimos años, un creciente número de publicaciones han absuelto a las grasas saturadas de estar implicadas en enfermedades cardiovasculares. He perdido la cuenta de cuántos estudios he leído sobre el tema, pero quizá el artículo reciente más claro fue escrito por Gerhard Spiteller de la Universidad de Bayreuth (Alemania) y Mohammad Afzal del departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Kuwait.

Spiteller tiene un doctorado en química orgánica, una ciencia básica, cuyo conocimiento es prerrequisito fundamental para entrar a cualquier escuela médica. En un estudio fascinante, Spiteller muestra por qué un entendimiento básico de la química orgánica explica por qué la Hipótesis Lípida -según la cual una gran ingesta de grasas saturadas y colesterol LDL ("malo") elevado son las más importantes causas de arteriosclerosis y enfermedad del corazón coronaria- no tiene sentido desde un punto de vista químico. En otras palabras, si los doctores y los nutricionistas aplicaran su entrenamiento básico en química orgánica, sentirían vergüenza de apoyar el mito del colesterol.

El título del estudio lo dice todo, "La acción de radicales peróxidos, poderosos reactivos perjudiciales, explica por qué ni el colesterol ni los ácidos grasos saturados ocasionan arterogénesis y enfermedades relacionadas con la edad" (Spiteller & Afzal, 2014). Los autores explican en el artículo por qué los ácidos grasos poliinsaturados (PUFAs, por sus siglas en inglés) se oxidan para producir radicales libres perjudiciales que son muy inflamatorios. En caso de que se lo esté preguntando, los PUFAs son el tipo de grasas inestables que se encuentran en aceites vegetales como los que se producen del maíz, la soja, el cártamo, la linaza, la canola, el cacahuate y el sésamo. Cuando estos radicales oxidan el colesterol, hay una aparente reducción de niveles de colesterol en el cuerpo. Esto ha sido explotado por la industria alimentaria y los científicos del mito del colesterol para justificar el consumo de aceites vegetales ricos en PUFAs para reducir los niveles de colesterol.

También explican que la grasa saturada es la menos vulnerable a la oxidación debido a sus propiedades estables. Como dicen los autores,
Más aún, los ácidos grasos saturados pertenecen a los pocos compuestos orgánicos que bajo condiciones fisiológicas (temperatura) pueden soportar ataques por radicales. (Ibid., p. 11)
También discuten cómo una ingestión incrementada de grasas saturadas por mujeres con una historia médica conocida de enfermedad coronaria cardíaca está asociada con una baja progresión de arterosclerosis coronaria, mientras que la ingestión de grasas poliinsaturadas y de carbohidratos se asocia con una elevada progresión de la enfermedad. Subrayan el hecho de que los PUFAs no son anti-aterogénicos, sino la fuente de radicales reactivos. Señalan que las autoridades que han establecido guías para un estilo de vida saludable han ignorado en gran medida el hecho de que los PUFAs son alterados por la homogenización y que particularmente sus ésteres de colesterol se oxidan en óxidos tóxicos de colesterol que llevan a la arterogénesis.

De hecho, dicen que un importante factor de riesgo para la arterogénesis parece ser el consumo de grasas sobrecalentadas, particularmente en conjunto con el aumento de la edad, según muestra un enorme incremento en los marcadores de peroxidación lípida en el suero de voluntarios mayores en comparación con voluntarios jóvenes. Los autores también señalan que la enfermedad isquémica del corazón y la diabetes eran enfermedades raras entre los groenlandeses que adoptaron su dieta ancenstral y vivían de una dieta que consistía principalmente en comida derivada de carne de focas y pescado. Finalmente, los autores establecen que los ácidos grasos saturados soportan la degradación oxidativa y, por lo tanto, no pueden inducir la arterogénesis. Concluyen que esto justifica una corrección de las guías de salud. Invito a cualquier persona, incluso aquellas con la mínima inclinación hacia las ciencias básicas, a revisar la investigación de Spiteller. Al menos 130 de sus estudios están en el índice de la base de datos médica PubMed.

En resumen, comer aceites vegetales muy probablemente oxidará e inflamará su cuerpo, incluyendo sus arterias. Mientras más viejo sea, más inflamatorios pueden ser estos PUFAs. No importa que usted tenga niveles de colesterol más bajos; esto será inflamatorio e inflamará y envejecerá su cuerpo y órganos, incluyendo su cerebro. Aquellos que tienen niveles de colesterol más altos derivados de comer grasas saturadas están menos inflamados. No sólo están estas conclusiones apoyadas por el registro histórico, sino que la experiencia y la química orgánica básica nos dicen que no puede ser de otro modo. Nuestras abuelas tenían razón: usted debería tomarse su caldo de huesos grasoso. La grasa saturada es buena para usted y los aceites vegetales, en particular los aceites calentados, son muy probablemente contribuyentes importantes al depósito de sustancias grasas de placa en el recubrimiento interior de las paredes de las arterias, es decir, la arterosclerosis.

Admitámoslo, las guías de dieta actuales y la obsesión con la reducción de los niveles de colesterol revelan una ignorancia sobre química entre los doctores convencionales, los nutricionistas y los profesionales de la salud que es vergonzosa. ¿De qué sirven todos esos años en la escuela médica si producen profesionales de la salud que no pueden hacer uso de su entrenamiento básico, pensar críticamente y poner el interés de sus pacientes por encima de los intereses de las corporaciones farmacéuticas?

Hablando de conflictos de intereses

El mes pasado, la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) emitió un nuevo Reporte Presidencial en la prestigiosa revista Circulation con las siguientes conclusiones:
"Concluimos enfáticamente que reducir la ingestión de grasas saturadas y reemplazarlas con grasas insaturadas, especialmente grasas poliinsaturadas, reducirá la incidencia de CVD [enfermedad cardiovascular]." (Sacks et al., 2017)
Los autores de este Reporte Presidencial tienen conflictos de intereses relativos a la nutrición. Sin embargo, es Nina Teicholz, periodista de investigación y autora del bestseller internacional The Big Fat Surprise, quien nos llama la atención acerca del gran asunto ignorado:


La industria de la soja entrega 500 mil dólares a la AHA, que en un reporte reciente
promueve el aceite de soja en lugar de grasas saturadas. ¿Relacionado?

Echémosle un vistazo más cercano al enlace que provee:
Bayer y LibertyLink Soybeans ayudan a proteger los corazones en el corazón de la tierra de Estados Unidos

PARQUE DE INVESTIGACIÓN TRIANGLE, N.C. [2 de marzo, 2017] - En un esfuerzo por apoyar la salud del corazón y mejorar el bienestar de los estadounidenses rurales a nivel nacional, Bayer está orgullosa de anunciar su apoyo a la Asociación Americana del Corazón (AHA). El esfuerzo, que corre a través de 2017, apoya el movimiento Saludable para SiempreTM de la AHA para inspirar a todos los estadounidenses a vivir más sanamente y crear un cambio duradero al tomar pasos pequeños y simples hoy para crear una mejoría en las generaciones venideras.

Por cada bolsa de frijoles/habichuelas de soja LibertyLink® que se venda para la temporada 2017, Bayer contribuirá 5 centavos al movimiento de la AHA Saludable para Siempre para una donación total máxima de 500.000 dólares. Además de las donaciones monetarias para apoyar la causa, Bayer ayudará a incrementar la conciencia de la salud del corazón a través de Estados Unidos por medio de actividades educativas dirigidas a granjeros en comunidades rurales.
¡Ay, qué nobles! Ocurre que en septiembre de 2016 Bayer y Monsanto anunciaron la firma de un acuerdo definitivo bajo el cual Bayer adquiere a Monsanto. Si usted no ha escuchado hablar de los frijoles/habichuelas de soja de Monsanto Roundup Ready [listos para el Roundup (herbicida)], échele un vistazo a estos artículos:

En inglés: En español: Como documenta Nina Techolz, una dieta baja en colesterol fue recomendada oficialmente por primera vez al público por la Asociación Americana del Corazón en 1961, en una época en la que sólo 1 de 7 adultos estadounidenses eran obesos. Hoy, más de 1 de cada 3 adultos estadounidenses son obesos. Durante los 50 años que la obesidad (y la diabetes) se han disparado, el mayor cambio en la dieta estadounidense fue pasar del consumo de grasas a carbohidratos y de grasas saturadas a aceites vegetales.

Ahora tenemos a la gran industria de la agricultura (Monsanto) uniendo sus fuerzas con la gran industria farmacéutica (Bayer), para darle dinero a la Asociación Americana del Corazón bajo la noble apariencia de que el aceite vegetal es bueno para usted. Pero sabemos que no es así.

Entiendo perfectamente la frustración de Nina Teicholz cuando dice:
"Para mi, el reporte de la AHA publicado en junio es difícil de comprender. ¿Cómo pudieron sus científicos examinar los mismos estudios que examiné yo, y aun así apostar aún más encarecidamente en la posición anti grasas saturadas? Junto con un cardiólogo, examiné los principios básicos del reporte de la AHA, y llegué a esta conclusión: Lo más probable es que halla sido impulsado no por la ciencia sólida, sino por las viejas tendencias, los intereses comerciales y la necesidad de la AHA de reafirmar casi 70 años de su consejo de "salud del corazón".
Tenemos que estar conscientes de los sesgos cognitivos y los conflictos de intereses que nos ciegan ante los hechos obvios. Como dice el Dr. John Ioannidis, director del Centro de la Investigación de Prevención de la Universidad de Stanford:
"La gente es dañada e incluso muere debido a falsas declaraciones médicas, no por charlatanería, sino por errores en la investigación médica" (Begley, 2011, párrafo 3)
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Citas
  • Begley, S. (2011, enero 24). Por qué casi todo lo que usted oye de la medicina está equivocado. Tomado de http://www.newsweek.com/why-almost-everything-you-hear-about-medicine-wrong-66947
  • Sacks, F. M., Lichtenstein, A. H., Wu, J. H., Appel, L. J., Creager, M. A., Kris-Etherton, P. M., . . . Horn, L. V. (2017). Grasas en la dieta y enfermedad cardiovascular: Un reporte presidencial de la Asociación Americana del Corazón. Circulation, 136(3). doi:10.1161/cir.0000000000000510
  • Spiteller, G., & Afzal, M. (2014). La acción de radicales peróxiles, reagentes perjudiciales poderosos, explica por qué ni el colesterol ni los ácidos grasos saturados causan arterogénesis y enfermedades relacionadas con la edad. Chemistry - A European Journal, 20(46), 14928-14945. doi:10.1002/chem.201404383
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