Un grupo de investigadores lograron identificar por primera vez con precisión el área del lóbulo temporal implicada en el "oír voces" que experimentan muchos enfermos de esquizofrenia y han demostrado que tratar dicha zona con pulsos magnéticos puede mejorar el estado de algunos pacientes.

foto
© Desconocido

Un grupo de investigadores localizaron una zona del cerebro de donde provienen las "voces" que oyen los pacientes con esquizofrenia y lograron en parte silenciarlas gracias a un tratamiento con impulsos magnéticos. Según un estudio publicado este martes, más de un tercio de los pacientes tratados con impulsos magnéticos en una prueba clínica experimentaron una reducción "significativa" de sus alucinaciones auditivas. Los investigadores franceses realizaron el estudio en 26 pacientes que recibieron un tratamiento de estimulación magnética transcraneana (SMT/TMS), que les permite aplicar las impulsos magnéticos a través del cráneo y otros 33 que sólo recibieron un placebo. "Se trata de la primera prueba controlada (tratamiento y placebo) que pone en evidencia una mejoría en los pacientes apuntando a una zona específica del cerebro y utilizando el estímulo (SMT/TMS) de alta frecuencia", destaca Sonia Dollfus (Caen, oeste de Francia), la principal investigadora del estudio.

En el lóbulo temporal

El primer grupo de pacientes recibió una serie de impulsos magnéticos durante dos sesiones diarias en la parte del lóbulo temporal del cerebro asociada al lenguaje. Dos semanas más tarde, se procedió a un análisis de las voces que oían. Cerca del 35% de los pacientes tratados indicaron que había una mejora "significativa". "Podemos ahora decir con certeza que hemos hallado una zona anatómica específica del cerebro asociada a alucinaciones auditivas verbales en la esquizofrenia", explica la especialista. "Hemos demostrado que el tratamiento con un estímulo magnético transcraneano permite obtener resultados, al menos en algunas personas. Precisan sin embargo, que queda un "largo camino" por recorrer para determinar la utilidad que podría tener este tipo de estímulo en un tratamiento a largo plazo. Los resultados del estudio fueron presentados ante el 30º Congreso del colegio europeo de neuropsicofarmacología (ECNP) 2017 celebrado en París. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la esquizofrenia, enfermedad psiquiátrica que aparece a menudo en la adolescencia entre 15 y 25 años, afecta a más de 21 millones de personas en el mundo.