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© BBC MundoLa Red Mundial de Detección de Rayos reveló un promedio en 2010 de 760 tormentas por hora.
Cada hora unas 760 tormentas eléctricas se desatan sobre la Tierra, principalmente en las regiones tropicales. El Congo es la zona de mayor actividad tormentosa del mundo.

Son algunos de los datos presentados en el encuentro de la Unión Europea de Geociencia en Viena, Austria, y que fueron compilados mediante una nueva red global de estaciones de monitoreo que detecta los pulsos electromagnéticos producidos por los rayos.

La llamada Red Mundial de Detección de Rayos permite identificar los relámpagos mediante triangulación. De lo datos obtenidos en septiembre del 2010 salió el promedio de 760 tormentas por hora, que es mucho menor de lo que se estimaba.

La nueva red global está integrada por más de 40 estaciones alrededor del mundo provistas de la tecnología para detectar la actividad electromagnética atmosférica y ha permitido ajustar los datos que se consideraban estándares desde los años 20.

"Las estaciones de monitoreo pueden perder algunos rayos, pero creo que estamos registrando los grandes, y eso es suficiente como para decirte dónde están las tormentas", aseguró Colin Price, jefe del Departamento de Ciencias Geofísicas y Planetarias de la Universidad de Tel Aviv en Israel.

A las 12 en punto

Las tormentas eléctricas siguen el curso de la luz solar por el planeta. Las condiciones soleadas producen una mayor convección de aire que contribuye a la formación de nubes de tormenta. Cada continente muestra picos de actividad tormentosa durante el día y mundialmente el período de mayor actividad es alrededor del mediodía del meridiano de Greenwich (GMT).

Además las tormentas se agrupan hacia los centros de los continente, en sus zonas tropicales, siendo el área del Congo la más destacada. "Eso se deba quizá a que es mas seco que en el Amazonas, por ejemplo. Las tormentas eléctricas parecen formarse más fácilmente en condiciones mas secas", dijo Price a la BBC.

La red planifica añadir nuevos puntos de observación para mejorar la precisión de los resultados y recientemente empezó un programa para detectar erupciones volcánicas mediante los rayos de luz que se producen dentro de las columnas ascendentes de ceniza caliente.