Segunda fase del rescate en Tailandia en medio del monzón: 4 niños más salen de la cueva. La primera etapa ha sido un éxito rotundo: los cuatro primeros niños pudieron ser transportados hasta la superficie por los equipos de socorro y se encuentran en centros hospitalarios de Chiang Rai.
Una ambulancia traslada a uno de los rescatados.
© ReutersUna ambulancia traslada a uno de los rescatados.
Al menos cuatro personas han sido rescatadas a lo largo de la jornada de hoy de la gruta del norte de Tailandia donde llevaban atrapadas más de dos semanas y donde aún permanecen cinco atrapados, informan medios locales. Los nuevos liberados se suman a los cuatro niños que permanecen ingresados en el hospital provincial de Chiang Rai para una evaluación de salud tras abandonar la caverna el domingo. De momento, se han vuelto a suspender las tareas de rescate hasta mañana.


Cuando las autoridades tailandesas decidieron este fin de semana iniciar un rescate submarino que todos los observadores consideraban muy peligroso -con los niños debilitados tras más de dos semanas atrapados en el interior de una cueva, y sin apenas formación en inmersión-, en su ánimo pesó mucho el anuncio de las fuertes lluvias que se esperaban en las próximas jornadas. Y en efecto, el domingo por la tarde, poco después de que se interrumpiese el operativo, las aguas hicieron su aparición y han caído de forma intermitente desde entonces. En un principio las tormentas podrían complicar la segunda fase del salvamento, que ya se ha iniciado y por el momento ha logrado que ocho niños salgan de la cueva. No obstante, los niveles de agua en la cueva siguen siendo similares a los de ayer, según han confirmado las autoridades en una rueda de prensa. Las precipitaciones han dado un respiro esta mañana, pero la lluvia vuelve ahora a cubrir Tailandia.

Al menos cuatro personas han sido rescatadas a lo largo de la jornada de hoy de la gruta del norte de Tailandia donde llevaban atrapadas más de dos semanas y donde aún permanecen cinco atrapados, informan medios locales. Los nuevos liberados se suman a los cuatro niños que permanecen ingresados en el hospital provincial de Chiang Rai para una evaluación de salud tras abandonar la caverna el domingo. De momento, se han vuelto a suspender las tareas de rescate hasta mañana.

Cuando las autoridades tailandesas decidieron este fin de semana iniciar un rescate submarino que todos los observadores consideraban muy peligroso -con los niños debilitados tras más de dos semanas atrapados en el interior de una cueva, y sin apenas formación en inmersión-, en su ánimo pesó mucho el anuncio de las fuertes lluvias que se esperaban en las próximas jornadas. Y en efecto, el domingo por la tarde, poco después de que se interrumpiese el operativo, las aguas hicieron su aparición y han caído de forma intermitente desde entonces. En un principio las tormentas podrían complicar la segunda fase del salvamento, que ya se ha iniciado y por el momento ha logrado que ocho niños salgan de la cueva. No obstante, los niveles de agua en la cueva siguen siendo similares a los de ayer, según han confirmado las autoridades en una rueda de prensa. Las precipitaciones han dado un respiro esta mañana, pero la lluvia vuelve ahora a cubrir Tailandia.

La primera etapa fue un éxito rotundo: los cuatro primeros niños pudieron ser transportados hasta la superficie por los equipos de socorro y se encuentran recuperándose en un hospital de Chiang Rai, según confirmó Narongsak Osotanakorn, gobernador de la provincia de Chiang Rai y jefe de las operaciones de rescate. En el interior de la cueva quedaron otros ocho menores y su entrenador. Los mismos buceadores de ayer son los que participan en la operación de hoy, ha indicado Narongsak, dado que ya conocen el interior de la gruta.

Ayer, el rescate fue frenético. La operación había comenzado hacia las 10 de la mañana cuando 18 buceadores entraron en la cueva para iniciar el rescate, apresurados por las fuertes lluvias que se esperan estos días. El trayecto pintaba como una pesadilla, casi dos kilómetros entre pasillos angostos y zonas con visibilidad nula, con varias cámaras que llevaban días totalmente inundadas. El trayecto suponía unas 11 horas para un buceador experimentado.

Los equipos de rescate esperaban que el viaje fuera aún más largo para los menores, ya que ninguno tenía experiencia buceando. Así, se había anunciado que los primeros niños saldrían de la cueva hacia las nueve de la noche, hora local. Sin embargo, el primero ya estaba fuera a las 17:40, menos de ocho horas después de iniciar el rescate. El segundo saldría tan solo 10 minutos después, mientras que los otros dos llegarían dos horas más tarde. Todos serían inmediatamente enviados al hospital de Chiang Rai. "Nuestra misión ha tenido más éxito del que esperábamos. Todo el mundo está feliz", aseguró Narongsak.

Por la mañana, Narongsak había anunciado que era el momento más propicio para realizar el rescate, ya que el nivel del agua se había reducido de forma importante, por lo que la mayor parte del trayecto podía realizarse andando. Desde hace varios días, los equipos de rescate han estado bombeando agua fuera de la cueva día y noche para intentar reducir al mínimo el tiempo que los niños tenían que pasar buceando.

Sin embargo, al final han tenido que "llevar máscaras que les cubrían toda la cara mientras salían con los buceadores, agarrados a sus cuerpos", explicó Narogsak. Además, tal y como ya se había anunciado, se seleccionó para salir en primer lugar a aquellos niños que presentaran un mejor estado de salud.

Lluvias en el horizonte

El bajo nivel del agua dentro de la cueva ha sido determinante para la rapidez con que se ha llevado a cabo la operación de rescate. Sin embargo, Tailandia se encuentra en época de lluvias monzónicas y aunque solo ha habido algunos chaparrones durante los últimos días, se espera que las tormentas sean más frecuentes e intensas durante los próximos días. De hecho, poco después de terminar la rueda de prensa en la que se informó del éxito de la primera operación, empezó a llover con fuerza en la zona.

Las lluvias podrían alterar los planes de evacuación. Durante los últimos días, los equipos de rescate se habían planteado como alternativa perforar un túnel desde lo alto de la montaña para poder llegar hasta los niños. Sin embargo, este sábado informaron de que aún no habían encontrado un lugar adecuado para hacerlo.