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© MITUno de los fragmentos del meteorito de Allende.
Un nuevo análisis de un meteorito que cayó en México, y que es uno de los meteoritos más conocidos en la Tierra, ha proporcionado evidencias bastante contundentes de que es erróneo el concepto comúnmente aceptado que se tiene sobre muchos asteroides.

En vez de ser un conglomerado de rocas y polvo adheridos y mezclados al azar, parece que el asteroide que dio origen al meteorito de Allende era lo bastante grande como para haber poseído un núcleo fundido, a pesar de mantener una superficie fría y sólida. Y cabe esperar que bastantes otros asteroides compartan esta misma característica en su historia geológica.

Lo descubierto en este nuevo análisis también proyecta dudas sobre la teoría más aceptada de cómo se formaron planetas como la Tierra.

El meteorito de Allende cayó en México en 1969. En su vertiginoso descenso, su roce con la atmósfera lo calentó y fragmentó en miles de pedazos que se dispersaron, impactando en un área desértica de decenas de kilómetros. Se han encontrado más de dos toneladas de trozos dispersos, y quizás sea el meteorito que mejor ha sido estudiado.

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