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El arresto del jefe del FMI, por acusaciones de abuso sexual, aleja al mayor rival del mandatario francés, para la carrera presidencial del 2012, aumentando sus posibilidades de lograr un segundo mandato.

La noticia de que el jefe del FMI fue acusado de intentar abusar sexualmente a una mucama en un hotel de Nueva York conmocionó al mundo el domingo, y a menos que el caso termine rápido y lo muestre como inocente, pocos imaginan a Strauss-Kahn como el candidato presidencial socialista.

El ex ministro de Finanzas se declarará no culpable de los cargos de cometer un acto sexual criminal, intento de violación y retención ilegal. Funcionarios franceses dicen que debe ser considerado inocente hasta que se demuestre lo contrario.

Pero aunque al final sea absuelto, el caso -y la sórdida publicidad que ya está generando- podría fácilmente empañar la campaña del Partido Socialista francés.

La gravedad de los delitos significa que la reputación de Strauss-Kahn no será apoyada por la cultura francesa de ignorar el comportamiento sexual de los políticos, tal como ocurrió en el 2008 cuando emergió ileso de un escándalo por mantener un romance con una economista del FMI.

"Es demasiado pronto para saber lo que pasará, pero si las cosas se confirman, entonces esto va más allá de lo que Francia puede tolerar", dijo Paul Bacot, profesor de política en la Universidad de Ciencias Políticas de Lyon. "Es insoportable para todos", indicó.

Los políticos franceses estaban conmocionados. La líder socialista Martine Aubry dijo que la noticia era como un "rayo". Francois Bayrou, un opositor de centro de Strauss-Kahn, sostuvo: "Si se prueba que los hechos son ciertos, es algo degradante para todas las mujeres. Es terrible para la imagen de Francia".

La remoción del hombre que las encuestas de opinión clasifican como principal candidato de la carrera presidencial 2012 sería una gran ayuda para Sarkozy, que no ha logrado repuntar en los sondeos. Otros potenciales contendientes socialistas de Sarkozy, como Aubry y el veterano Francois Hollande, tienen perfiles de mucho menor peso y Sarkozy podría vencerlos sin gran dificultad.

El escándalo podría ayudar también a la líder de extrema derecha del Frente Nacional Marine Le Pen, a quien le gusta pintarse a sí misma como una mujer del pueblo en contraste a un club de chicos de la política elitista. "Esto ha dado vuelta la campaña por completo. Cambia el juego para todos", dijo el analista político Jean-Thomas Lesueur del grupo de investigación del Institut Thomas More.

Eso fue hasta que la policía lo sacó el sábado de un avión con destino a París en la pista del aeropuerto de Nueva York, John F. Kennedy, tras una denuncia de una empleada de hotel de 32 años de que la persiguió por un pasillo del hotel, la agredió sexualmente y trató de encerrarla en una habitación.

Para Sarkozy, quien se espera que confirme a fines del 2011 que se presentará a la reelección, el asunto significa volver a pensar una campaña que se habría centrado en vencer a Le Pen en la primera vuelta y en confrontar a Strauss-Kahn en la segunda.

"Esto cambiará las cartas. No hay otro candidato socialista que iguale a Strauss-Kahn, así que si la segunda vuelta es derecha frente a izquierda, la experiencia de Sarkozy le dará más ventaja que antes", dijo Lesueur.

"Significará un clima miserable para la campaña, pero mucha gente podría beneficiarse. Para Sarkozy, es un gran adversario que desaparece y para Le Pen, le da una ventana para decir que todos los hombres en política están podridos", afirmó.