Imagen
© Desconocido
Estados Unidos corre el riesgo de vivir una crisis económica peor que la del 2008 si persiste el estancamiento en el Congreso y no se eleva el techo de la deuda, que se alcanzaría el lunes, advirtió el propio presidente estadounidense, Barack Obama.

"Si los inversores mundiales piensan que el crédito y la buena fe de EE.UU. no está respaldada, si piensan que podemos renegar de nuestros compromisos crediticios, todo el sistema financiero podría colapsarse", indicó el presidente.

"Podríamos padecer una recesión aún peor que la que hemos padecido, una crisis financiera peor que la que hemos pasado", alertó Obama durante una entrevista a un canal local.

Actualmente, el límite de la deuda estadounidense -impuesto por el Congreso- se encuentra en los 14,3 billones de dólares, un nivel que se espera que se alcance esta semana aunque el Tesoro ha indicado que puede mantenerlo allí sin rebasarlo hasta agosto.

La cifra corresponde al techo legal más allá del cual el Estado ya no puede incrementar su endeudamiento.

El Gobierno y la oposición republicana se encuentran inmersos en una batalla acerca de los límites a la deuda soberana y al déficit presupuestario estadounidense.

El vocero republicano en la Cámara de Representantes, John Boehner, aseguró estar preparado para alcanzar un acuerdo sobre el límite de la deuda estadounidense, sin embargo, insistió en que el gobierno debería resolver los problemas de fondo de la economía del país.

"Tenemos un momento, una oportunidad para actuar. Porque si no actuamos, los mercados lo harán por nosotros", señaló el portavoz de la Cámara de Senadores.

La Casa Blanco ha insistido -en vano- para que el Congreso aumente el límite, pero el tema es sinónimo de división en los parlamentarios: los republicanos exigen antes "ahorrar miles de millones", algo que los demócratas creen que es peligroso.

La oposición republicana considera que para autorizar una subida del límite es necesario que se conjugue con medidas para reducir el déficit presupuestario, en la actualidad en torno a los 1,4 billones de dólares.

Por su parte, el presidente estadounidense apoya una reducción del déficit fiscal, pero que sin condicionar la autorización de un mayor límite de deuda.

En tanto, el secretario estadounidense del Tesoro, Timothy Geithner, advirtió este sábado que si el Congreso no aumenta el techo máximo de la deuda, el país norteño se encontraría en falta de pago y no estará en condiciones de cumplir con sus obligaciones financieras frente a "funcionarios, ciudadanos, empresarios e inversores".

"Esto sería un acontecimiento sin precedentes en la historia de Estados Unidos", que tendría consecuencias "extensas y catastróficas en la economía del país, al reducir de manera significativa el crecimiento y aumentar el desempleo", precisó.

"Los inversores del mundo serían más reticentes a prestar fondos a Estados Unidos" y, quienes lo hagan, "pedirán tasas de interés más elevadas", hecho que aumentaría los costos de financiamiento del gobierno, empresas y hogares, continuó.

El presidente de la Reserva Federal (Banco Central estadounidense), Ben Bernanke, también alertó sobre el peligro que significaría no elevar el límite de la deuda.

"Es una propuesta arriesgada no elevar el límite de la deuda en un plazo razonable", dijo Bernanke el pasado jueves ante una comisión del Senado.

El costo de mantener el actual límite de la deuda será "como mínimo (...) un aumento de las tasas de interés, lo que en los hechos, empeorará nuestro déficit", puntualizó.