Se ha confirmado que una forma inorgánica de mercurio relativamente inofensiva y que está presente en las aguas oceánicas mundiales, se transforma en una potente neurotoxina justamente en el medio marino.

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© U.AlbertaEl barco utilizado en las investigaciones oceánicas
Tras examinar muestras de agua del Océano Ártico durante dos años, el equipo de investigación, dirigido desde la Universidad de Alberta, en Canadá, ha descubierto que el relativamente inofensivo mercurio inorgánico, liberado por actividades humanas como la combustión de carbón y ciertos procesos industriales, experimenta un proceso llamado metilación y se convierte en el mortífero monometilmercurio. La metilación, en este caso, es la adición de un grupo metilo a los metales pesados mediante la catálisis ejercida por ciertas enzimas.

La eventual exposición al monometilmercurio sufrida por seres humanos suele ser mayormente a través del consumo de alimentos de origen marino contaminados. A diferencia del mercurio inorgánico, el monometilmercurio se bioacumula y bioamplifica, es decir, que sus efectos tóxicos se amplifican a medida que sube por la cadena alimentaria. Los seres humanos estamos en la cima de esa cadena; por tanto, recibimos la mayor cantidad de esta neurotoxina, por regla general a través de marisco contaminado según explica Igor Lehnherr, del equipo de investigación.

Los datos recogidos en el Océano Ártico muestran una situación inquietante. La conversión del mercurio inorgánico a monometilmercurio es responsable de la mitad aproximada de la cantidad de esta neurotoxina presente en las aguas marinas polares. Esos altos niveles también podrían ser responsables de la presencia de una cantidad significativa de mercurio en ciertos organismos marinos del Ártico.

Que se sepa, ésta es la primera evidencia directa de que el mercurio inorgánico experimenta un proceso de metilación en las aguas marinas.

El equipo de investigación examinará ahora cómo funciona el proceso. "Estamos seguros al 90 por ciento de que el proceso de metilación se lleva a cabo por ciertas formas de vida microbiana marina", adelanta Lehnherr.