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En vuelo rasante sobre una ladera de la montaña, esta magnífica águila dorada captura a un cordero y escapa con sus garras ensangrentadas.

Este cuadro dramático proporciona la primera evidencia fotográfica de que las aves de presa de gran alcance roban animales de rebaños ganaderos británicos, informó el Daily Mail.

Fue tomada en la Isla de Mull, en la costa oeste de Escocia, donde los pastores desde hace tiempo lanzaron una campaña en contra de la reintroducción de las águilas, que ellos ven como una amenaza para sus medios de subsistencia. Los conservacionistas -que no habían visto pruebas directas como esta antes- dicen que las aves sólo atrapan animales muertos o débiles. No está claro si el cordero seguía con vida en esta fotografía.

La imagen fue tomada por un observador de aves que no quiere ser identificado, por el temor de que los agricultores de montaña pudieran identificar la ubicación de los nidos de las águilas, y poner las aves en peligro.

Las águilas doradas son calificadas por algunos como "máquinas de matar", con potentes garras, y capaces de volar a más de 150 kilómetros por hora. Pueden vivir durante 30 años. Estaban extinguidas en el Reino Unido, pero fueron reintroducidas desde Noruega, en 1975.

Los corderos son blancos y fáciles de detectar para las águilas.