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Un grupo de astrónomos consideró resuelto el misterio de un reciente destello extraordinario en una galaxia remota y dijo que provino de un gigantesco agujero negro que devoró una estrella al pasarle demasiado cerca.

La colosal energía liberada por el engullimiento estelar fue detectada primero el 28 de marzo por el satélite Swift de la NASA y luego confirmado por una serie de telescopios espaciales y terrestres.

Algunos científicos creyeron en un principio que el resplandor era una explosión de rayos gama de una estrella en agonía, pero los fulgores de ese tipo duran por lo regular solamente unas cuantas horas. En vez de desvanecerse, el estallido cósmico siguió brillando y emitiendo una radiación de alta energía que podía observarse hasta el lunes.

Dos equipos escudriñaron por separado los datos y concluyeron que una estrella con el tamaño del sol fue al parecer absorbida por la poderosa fuerza de atracción de un descomunal agujero negro. Hasta entonces, el agujero negro había estado relativamente inactivo. El descubrimiento fue publicado en línea el jueves por la revista Science.

El festín estelar ocurrió en el centro de una galaxia se encuentra a 3.800 millones de años luz de la Tierra. Un año luz equivale a unos 9,6 billones de kilómetros (seis billones de millas).

"Esto fue a todas luces diferente de lo que hemos visto antes", dijo uno de los dirigentes del grupo de astrónomos, Joshua Bloom, quien labora en la Universidad de California en Berkeley. El acontecimiento sideral fue extraordinariamente raro, afirmó.