Un implante cerebral desarrollado en la Universidad de Michigan (UM) utiliza la piel como un conductor para transmitir, sin cables, las señales neurales del cerebro a una computadora de control, lo que podría ayudar a reactivar los miembros paralizados.

craneo biobolt
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El implante denominado BioBolt, que busca ya la patente, se presentó en el Simposio 2011 de Circuitos VLSI en Kyoto, Japón, y a diferencia de otras tecnologías que establecen una conexión desde el cerebro a un artefacto externo como una computadora, requiere un mínimo de invasión y muy poca energía.

La investigación, a cargo de Euisik Yoon, profesor en la Escuela de Ingeniería de la UM, busca ahora que las señales que transmite el BioBolt puedan realizarse a través de la piel a un objeto en el cuerpo, como un reloj o un par de aretes, que recolecte las señales, lo cual eliminaría la necesidad de una computadora para procesarlas.

Kensall Wise, profesor emérito de ingeniería de la UM, expuso en un artículo previo que 'actualmente el cerebro debe permanecer abierto mientras los implantes neurales están en la cabeza, lo que impide en la práctica el uso diario en un paciente'.

Sin embargo, agregó que 'el BioBolt no penetra la corteza y queda completamente cubierto por la piel, lo cual reduce el riesgo de infección'.

Los investigadores consideran que el artefacto es un paso muy importante hacia el logro del interfaz entre cerebro y computadora que permitiría 'pensar' un movimiento a una persona paralizada, aunque advierten que el desarrollo de esta tecnología llevará años.

'La meta es lograr la reactivación de los miembros paralizados recogiendo las señales neurales de la corteza cerebral y transmitiéndolas directamente a los músculos', dijo Wise.

Otra aplicación prometedora del BioBolt es el control de la epilepsia y el diagnóstico de ciertas enfermedades, como el mal de Parkinson.

El BioBolt tiene la forma de perno, con una circunferencia de casi 1.5 centímetros de diámetro y una capa del tamaño de la uña de un pulgar con microcircuitos adosados en el fondo.

Su implante se realiza en el cráneo debajo de la piel y los microcircuitos quedan apoyados en el cerebro, operando como micrófonos que 'escuchan' las neuronas y las asocian con un comando específico del cerebro.

Esas señales se convierten en digitales cuando se amplifican y filtran, y se transmiten a través de la piel a una computadora. El BioBolt mantiene un bajo consumo de energía porque usa la piel como conductor para las señales, algo que se parece a la descarga de un video en una computadora por un movimiento digital.