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El senador republicano John McCain acusó a los inmigrantes ilegales de haber provocado los incendios forestales en el Estado de Arizona que ya han arrasado una superficie de más de 200.000 hectáreas de bosque. Estas afirmaciones han sido fuertemente criticadas por los grupos hispanos en EE. UU.

"Hay evidencias sustanciales de que algunos de estos incendios han sido provocados por personas que han cruzado la frontera ilegalmente", declaró McCain en una rueda de prensa. Según el senador, los inmigrantes inician estos fuegos para desviar la atención de los agentes de seguridad y así poder atravesar la frontera. "La respuesta a esa parte del problema es tener una frontera más segura", declaró, sin ofrecer ninguna prueba concreta sobre estas afirmaciones.

Estas declaraciones provocaron inmediatamente fuertes críticas por parte de la comunidad hispana en Estados Unidos. Según señaló el activista de los derechos humanos Randy Parraz, estas acusaciones son "imprudentes y sin sentido". Dijo también que para hacer tales acusaciones debería presentar pruebas pero "es más fácil avivar las llamas de la intolerancia, especialmente en Arizona".

"En Arizona la solución para la mayoría de los problemas es culpar a los mexicanos", lamentó el diario Tucson Citizen en su edición de Internet. El Instituto Nacional para Políticas Latinas calificó las declaraciones de "descaradas" y llamó a McCain "oportunista político". Además, según anunció un portavoz del Servicio Forestal, Tom Berglund, no hay ninguna prueba de que fueran inmigrantes ilegales quienes provocaron el fuego y ni tan siquiera hay evidencias que determinen que los incendios comenzaron por causas relacionadas con la actividad humana.

Actualmente los bosques de Arizona están siendo consumidos por el peor incendio en la historia del Estado. En los últimos días el fuego alcanzó los territorios de los estados vecinos de Nuevo México y Texas. Según los datos oficiales, más de 4.100 bomberos tratan de combatir las llamas. Han recurrido al uso de cortafuegos, pero la falta de lluvias, la maleza seca, los fuertes vientos y el relieve están dificultando el trabajo.