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En medio de tensiones en torno a la economía de Grecia, los ministros de Finanzas de la eurozona protagonizaron hoy sin éxitos una jornada de discusión dirigida a preparar un segundo rescate para evitar la bancarrota del país.

El auxilio adicional, por valor de entre 90 mil y 120 mil millones de euros, se sumaría al concedido en 2010 por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), de 110 mil millones.

Para la vicepresidenta y titular española de Economía, Elena Salgado, el segundo paquete de ayuda para Grecia no será concluido ni hoy ni mañana. Hay que ser realistas: una solución cerrada no será posible, agregó.

Salgado tuvo en cuenta la falta de consenso sobre la participación del sector privado en el nuevo rescate, así como el hecho de que algunos estados de la moneda común aún deban consultar con sus respectivos parlamentos sobre el tema.

La Ministra señaló que la implicación de los bancos, fondos de pensiones y aseguradoras debe ser voluntaria para evitar la inestabilidad en los mercados.

Alemania y Austria, junto con Finlandia, son los principales promotores de esa iniciativa, impulsada con el propósito de repartir la carga.

Esas naciones defienden la participación de acreedores privados como condición indispensable para desembolsar nuevos préstamos.

Por su parte, el ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, instó al resto de los países de la eurozona a actuar rápido frente a una crisis que perdura desde hace casi dos años.

En estos momentos es urgente un mensaje fuerte y claro en favor de la estabilidad, no solo de Grecia sino de todos los países acogidos a la moneda común, subrayó Venizelos.

Bélgica insistió en evitar presiones a los bancos y abogó por la propuesta francesa, consistente en que las casas financieras renueven sus préstamos a la nación helena en cuanto venzan los ya existentes.

La Comisión Europea resta importancia a la falta de avances con el argumento de que la reuniones no debían sacar ninguna conclusión, pero cada vez son mayores las dudas en el bloque regional sobre la vía para implicar a la banca.

El tema de un nuevo rescate a Grecia quedó pendiente para un encuentro ulterior del Eurogrupo, previsiblemente para fines de agosto o principios de septiembre.