Las entidades bancarias estadounidenses han dejado de expandir sus actividades, influyendo en el dinamismo de las finanzas. Este es el punto de vista expresado por algunos expertos después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) apuntara en un estudio al lobby bancario norteamericano como responsable de la crisis mundial.

En el último número de la publicación Finanzas y Desarrollo, se revela que los gastos de la banca estadounidense estuvieron directamente relacionados con proyectos de ley que fueron críticos en los años previos a la recesión. El informe señala que algunos agentes privados pudieron influir en las acciones del Gobierno para manipular la regulación financiera a su favor. Además se expone que la banca hizo fracasar medidas que hubieran podido dar un giro favorable para la economía.

Los expertos explican que tras la crisis, las entidades bancarias han detenido su actividad a la espera de nuevas disposiciones.

Deniz Igan y Prachi Mishra, economistas del Departamento de Estudios del FMI, advierten que "los agentes privados pueden alterar el curso de la acción del Gobierno y manipular a los legisladores para obtener utilidades injustificadas y adaptar el panorama de la regulación financiera a sus necesidades".

El economista, Jorge Salazar Carrillo opina: "Las entidades bancarias tal vez crearon una serie de situaciones en las cuales se cobraba de una forma artificial, de una forma que no estaba de acuerdo con una relación consumidor - banco".

El sector financiero, según él, también está controlado para que no haya uso de derivativos. Además considera que las regulaciones del sector deben ser más efectivas. "Los bancos están esperando nuevas regulaciones y siguen en una situación de no expandir su actividad porque no se sabe exactamente cómo los movimientos prestamistas pueden influir en el futuro", aclara Salazar. "La actividad financiera está bastante detenida y bastante débil en comparación con las expectativas", concluye.