La historia empezó hace un año cuando en un pleno sobre igualdad Vanessa Romero, una concejal del partido Podemos en Alicante, denunció que el uso del aire acondicionado era machista, afirmando que la refrigeración excesiva discrimina a las mujeres: "Aquí también estamos congeladas de frío. Se llama micromachismo esto".
Comentario: !¿Qué?!
"Que estemos ahora pasando frío nosotras es un micromachismo", agregó Romero en aquella sesión. La respuesta del intendente no escatimó en ironía: "Apagamos el aire y sudamos en igualdad".
Es que Romero sostenía que el estándar de poner el aire en 24 o 27 grados fue establecido en los años 60 y que se había tomado como referencia a un varón de unos 40 años y 70 kg. "El [estándar] de las mujeres suele ser tres grados por encima. Tal vez sea momento de actualizarlo", agregó.
Desde hace mucho tiempo existe la creencia de que las mujeres son más frioleras que los hombres. Sin embargo, un sondeo de El Mundo realizado estos días ha descubierto que el 44,8% de las mujeres encuestadas prefiere dormir con aire acondicionado y el 53,1% sin.
Entre los hombres, hay mucho más afines al calor en la habitación. Solo un 38,5% de los varones españoles prefiere dormir con el aire encendido. Es decir, hay más mujeres que hombres dispuestas a enchufar el aparato por las noches.
"La sorpresa es que son sobre todo los hombres los que se niegan a pasar fresquito en la cama. Años y años de peleas conyugales por la temperatura de la habitación, de supuesto machismo térmico, de divorcios y separaciones, de procesiones al sofá en las noches tropicales de agosto y de 'si tienes frío, cariño mío, tápate con la manta', y resulta que la democracia viene ahora y nos tumba la leyenda", escribe el medio.
Es más. El Mundo ha encontrado un vínculo político entre los gustos climáticos de sus lectores: los votantes del partido de ultraderecha Vox resultaron ser más partidarios de acostarse con frío extremo, mientras que los votantes de Ciudadanos prefieren el calor por la noche. Casi el 65% de sus votantes prefiere abrir las ventanas en vez de encender el aire acondicionado.
Esto ya da pié a que cualquier comentario por mi parte sea tomado como un ataque al grupúsculo pederasta y homosexual, globalista y yonki, de izquierdas y funcionarios ...
Tanto el frío como el calor me afectan lo justo.
Esto es, si hace frío me abrigo y si hace calor, me aguanto.
En mi vivienda tengo aire fresco. También calefacción.
Solo las pongo cuando se queda mi Señora madre o invitados a cenar.
Yo no necesito ni fresquito ni calorcito. Soy hombre, no un marika de playa.
Las mujeres solo saben quejarse y exigir todo. Cuando han de dar, solo dan mal rollo y si eso, reparten envidia y esparcen porquería.
Es MI experiencia, cual es la vuestra?