Traducido por el equipo de Sott.net en español

Los vándalos han atacado más de 20 centros de vacunación y otras instalaciones sanitarias, pintando algunas con lemas de temática nazi, mientras el gobierno francés intensifica su campaña de vacunación de Covis-19.

stop pass sanitaire
© REUTERS/Eric Gaillard/File PhotoUn cartel de la tarjeta sanitaria contra la enfermedad del coronavirus (Covid-19) se ve en un restaurante mientras Francia introduce restricciones más estrictas en las que ahora se exigirá una prueba de inmunidad para acceder a la mayoría de los espacios públicos y para viajar en tren interurbano, en Niza, Francia, el 9 de agosto de 2021.

Comentario: Al parecer, ¡hay una rebelión por día desde mediados de julio!


El enfado se ha visto alimentado por la introducción de una tarjeta sanitaria, que demuestre la vacunación o el reciente negativo en test Covid-19, que ahora es obligatoria para entrar en restaurantes, trenes y otros lugares públicos.

Durante los últimos cuatro fines de semana, los manifestantes han protestado contra la tarjeta sanitaria, alegando que restringe la libertad individual.

Desde el 12 de julio, un total de 22 instalaciones sanitarias han sido objeto de ataques, incluidos 15 centros de vacunación, cinco centros de análisis de Covid-19 y un laboratorio médico, según declaró el miércoles a Reuters un funcionario del Ministerio del Interior.

En todo el país, los centros de vacunación y las instalaciones de pruebas al aire libre de las farmacias han sido marcados con esvásticas y grafitis como "colaborador", "nazi" y "genocidio".

Los mismos lemas se han visto también en algunas de las manifestaciones contra los pases sanitarios.

En la localidad de Neuille-Pont-Pierre, en el valle del Loira, el mes pasado se pintaron estrellas de David, similares a las que los judíos eran obligados a llevar por los nazis, en los carteles de los centros de vacunación.

"Estamos limpiando estos horrores, esto es odioso. Otros centros también se han visto afectados por estos ataques racistas y cobardes", declaró el alcalde de Neuille-Pont-Pierre, Michel Jollivet, en la televisión BFM.

En Lans-en-Vercors, en el sureste de Francia, se pintaron grafitis antivacunas en un salón comunitario que albergaba un centro de vacunación y se abrieron mangueras contra incendios, inundando las instalaciones, informó el periódico local Le Dauphine.

"Destrozar un centro de vacunación dice mucho de los motivos de los autores, que serán localizados", dijo el ministro de Sanidad, Olivier Veran, en un tuit.

En Urrugne, en los Pirineos, la carpa de un centro de vacunación temporal fue incendiada, mientras que en Audincourt, en el este de Francia, se cortó el suministro eléctrico de un centro de vacunación, poniendo en peligro las dosis de vacunas en los frigoríficos.

El alcalde de Audincourt, Martial Bourquin, declaró a L'Express que "no hay duda de que el centro de vacunación era un objetivo".

El domingo, el personal de un centro de vacunación de Toulouse encontró una nota que decía "Un día, todo esto explotará", informaron los medios locales.

El ministro del Interior, Gerald Darmanin, dijo que los autores serán castigados severamente, pero que hasta ahora no se han producido detenciones importantes.

Francia ha registrado más de 112.000 muertes por Covid-19 y un total de 6,33 millones de casos.

Tras la ralentización de los contagios después del tercer cierre de Francia esta primavera, la variante Delta, más infecciosa, ha provocado un repunte de los nuevos casos, que ahora superan los 22.000 al día de media.