Traducido en español por el equipo de Sott.net

Los mercados del gas natural y la electricidad ya estaban subiendo en Europa cuando surgió un nuevo catalizador: El viento en el tormentoso Mar del Norte dejó de soplar.
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La repentina desaceleración de la producción de electricidad generada por viento en la costa del Reino Unido en las últimas semanas azotó los mercados regionales de la energía. Las centrales eléctricas de gas y carbón tuvieron que suplir la falta de energía eólica.

Los precios del gas natural, ya impulsados por la recuperación de la pandemia y la falta de combustible en las cámaras y tanques de almacenamiento, alcanzaron máximos históricos. El carbón térmico, rechazado durante mucho tiempo por sus emisiones de carbono, ha salido de una larga caída de precios, ya que las empresas de servicios públicos se ven obligadas a recurrir a fuentes de energía de reserva.

El episodio puso de manifiesto la precariedad de los mercados energéticos de la región de cara al largo invierno europeo. La sacudida del precio de la electricidad fue más aguda en Reino Unido, que se ha apoyado en los parques eólicos para erradicar las emisiones netas de carbono para 2050. Los precios de los créditos de carbono, que los productores de electricidad necesitan para quemar combustibles fósiles, también están en récords.

El incremento en los precios de la electricidad "ha cogido a mucha gente por sorpresa", afirma Stefan Konstantinov, economista jefe de energía de la empresa de datos ICIS. "Si esto ocurriera en invierno, cuando tenemos una demanda significativamente mayor, entonces eso supone un verdadero problema para la estabilidad del sistema".


Comentario: Lo hará, porque ya ocurrió en años anteriores, y Rusia tuvo que rescatarlos con entregas de gas.


En su punto álgido, los precios de la electricidad en el Reino Unido se habían multiplicado ampliamente en septiembre y eran casi siete veces más altos que en el mismo momento de 2020. Los mercados eléctricos también se dispararon en Francia, Países Bajos y Alemania.

Los precios de la energía que se despacha al día siguiente se dispararon hasta 285 libras por megavatio hora en el Reino Unido cuando la velocidad del viento cayó la semana pasada, según ICIS. Eso equivale a 395 dólares por megavatio hora y marcó un récord en cifras que se remontan a 1999.

En los mercados eléctricos, el coste de generación del proveedor más caro determina los precios para todos. Eso significa que cuando los países obtienen la energía de centrales térmicas con costes de funcionamiento comparativamente altos, se disparan los precios para todo el mercado. Los costes de funcionamiento de las centrales térmicas de combustibles fósiles son elevados en estos momentos tras una incesante subida de los precios del gas, el carbón y los permisos de emisión de carbono.

Los precios de la energía podrían dispararse aún más si las temperaturas frías impiden que los almacenes de gas se repongan antes del periodo de máxima demanda invernal, dijo Tom Lord, operador de carbono de Redshaw Advisors, con sede en Reino Unido. "El mercado del gas está muy ajustado", dijo.