Los investigadores tratan de esclarecer el motivo del terrible suceso. "No se busca a nadie más en relación con la muerte de las chicas". El padre de las pequeñas no podía creerse lo que estaba sucediendo tras estos estremecedores crímenes.
Al parecer, la mujer, originaria de Pretoria, y se había mudado a la región de Canterbury, tras pasar 14 días en cuarentena. Una fotografía publicada en las redes sociales el 30 de agosto mostró a las tres niñas agarrando felizmente con peluches.
Horas antes del crimen, los vecinos observaron a la madre, identificada como Lauren Dickason, "deambulando detrás de la casa y llorando". Unos quince minutos después, la Policía acudió al domicilio y le llevó al hospital a la mujer, donde fue estabilizada.
La niñera que trabajó para la familia en Sudáfrica quedó totalmente conmocionada. "Nunca vi una sola pelea en esa familia ni nada, nunca vi un lado malo de ellos ni de sus familiares".
La supuesta asesina fue imputada por los asesinatos de sus tres hijas, y debe comparecer ante el Tribunal de Distrito de Timaru. "Eran muy agradables. Escuchaban cuando les decías que no hicieran eso y cuando querían algo, te preguntaban".
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